Los juzgados, solo para temas urgentes

SOCIEDAD

JOSE PARDO

La jueza decana señala que se está atendiendo a los detenidos, la violencia de género, medidas cautelares, guarda y custodia de menores e ingresos psiquiátricos

02 abr 2020 . Actualizado a las 14:00 h.

Ni durante el verano, cuando la mitad de los operadores judiciales están de vacaciones y no se suelen celebrar vistas, la actividad en los juzgados ferrolanos se queda tan bajo mínimos. La situación actual del Palacio de Justicia es prácticamente nula, porque la mayoría del personal está disponible, pero en casa, y los asuntos que se están tramitando son los realmente urgentes. Es el caso de los detenidos, los de violencia de género, los relacionados con la guarda y custodia de menores y los turnos que corresponden a cada progenitor, y los ingresos psiquiátricos urgentes que tienen que tramitarse antes de las 72 horas.

Para todas esas cuestiones hay un juez de guardia y otro más  por cada una de las jurisdicciones -Instrucción, Penal y Social-, mientras que los restantes están en situación de disponibilidad, con teletrabajo desde casa. En el caso del único órgano Contencioso Administrativo, su cometido lo asume el de guardia de Primera Instancia en civil, salvo la semana que le corresponde guardia al titular. Esa era la situación a día de ayer.

El problema radica, según la jueza decana de Ferrol, Amelia Pérez Mosteiro, en que los reales decretos y órdenes posteriores están cambiando cada día, «por lo que siempre llegamos aquí pensando ‘hoy qué novedad tenemos’ y así resulta muy difícil trabajar». A su modo de ver, y reconociendo que se trata de una situación excepcional, «con un parón en seco es imposible poder organizarse», apunta, tanto en el caso de la Justicia como de las empresas, «que tampoco pueden parar de un día para otro, porque no pueden llegar a todos sus empleados». Y añade que «menos mal que en el partido judicial de Ferrol somos todos bien avenidos, como una gran familia, y todo el mundo responde, por lo que nos vamos organizando, pero está resultando muy difícil».

Según la decana de Ferrol, el hecho de que las guardias presenciales recaigan en un único juez, «cuando aquí somos 14, provoca una disfunción, porque ese juez tiene que discernir qué asuntos son urgentes, cuando se trata de cuestiones de otras jurisdicciones diferentes a la suya».

La situación se complica todavía más porque la guardia presencial de los letrados judiciales tampoco suele coincidir con la de su propio juzgado y otro tanto ocurre con los funcionarios, que la mayoría también están con teletrabajo.

Esta anómala y cambiante situación obliga a realizar una serie de maniobras cuando surge un asunto urgente, comenzando por movilizar a los funcionarios del decanato para que, a su vez, comuniquen a sus compañeros de otros juzgados que tienen que intervenir.

Por su parte, el juez al que le toque la guardia presencial también se ve obligado a contactar con el titular de la jurisdicción correspondiente para comunicarle la posible urgencia de la tramitación que en ese momento tiene que resolver.