El Gobierno francés agiliza el traslado de centenares de pacientes desde la región de París, que está al límite

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un avión militar francés, en el aeropuerto alemán de Hamburgo, adonde ha trasladado a varios pacientes para ser atendidos en hospitales germanos
Un avión militar francés, en el aeropuerto alemán de Hamburgo, adonde ha trasladado a varios pacientes para ser atendidos en hospitales germanos FABIAN BIMMER | REUTERS

Los contagiados de zonas más saturadas son llevados en trenes y aviones medicalizados para reubicarlos

02 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Solidaridad es la palabra que debe ir de la mano del confinamiento ante una pandemia como la actual. Solidaridad presupuestaria europea es lo que reclamó el presidente francés, Emmanuel Macron, a los oídos sordos de Alemania y sus seguidores nórdicos. Y solidaridad es lo que están practicando las regiones galas con los pacientes de COVID-19 y la que ensayan otros países con Francia.

De momento, ya son 324 los enfermos con coronavirus llevados desde hospitales saturados a otros en regiones del país con menos presión, pero también a centros de Alemania, Suiza, Luxemburgo y Austria, según detalla la Dirección General de Sanidad francesa. Para ello, desde el 26 de marzo, se utilizan trenes de alta velocidad (TGV) medicalizados. Este miércoles trasladaron a 36 pacientes desde París a la Bretaña, que se suman a los 288 que ya habían sido evacuados. Para el fin de semana está previsto desplazar a otro centenar. Son las regiones de Île de France (la de París) y la Gran Este las más saturadas por hospitalizados por el COVID-19. En cada una de ellas han muerto más de mil personas, frente a las 4.032 que fallecieron en todo el país. 

«Al límite de las capacidades»

El director de la agencia de salud de Île de France, Aurélien Rousseau, fue muy claro. «Estamos al límite de nuestras capacidades», afirmó. La región cruzó este miércoles el umbral de 2.200 pacientes hospitalizados en cuidados intensivos, con 190 nuevos pacientes atendidos solo el pasado martes.

Las cifras son relevantes. La región parisina cuenta una población de doce millones, el doble que Madrid. En esta región española, hay ingresados 5.637 enfermos, de ellos 491 en ucis. Los muertos ya son 390.

El virus, al igual que en España, en Francia se ceba en las residencias de mayores. Este miércoles, el alcalde de Thise, Alain Loriguet, lamentaba que de los 80 residentes en un centro de jubilados de la localidad habían muerto 25.

La solidaridad internacional es escasa y no solo con España. A Francia llega a cuentagotas. Hasta el martes, desde el Gran Este 121 pacientes fueron evacuados a Luxemburgo, Suiza y Alemania, en aviones y helicópteros militares. Además, el Ejército francés también usó un navío para trasladar a 12 enfermos de la isla de Córcega a centros del sureste del país.

Cuando la apertura de nuevas plazas de uci y los hospitales de campaña no son suficientes, «somos capaces de trasladar enfermos graves, incluso en coma, a otros hospitales y otros territorios donde la presión es menos fuerte», dijo el ministro de Sanidad, Olivier Véran. Y lo han hecho en avión, barco, helicóptero y tren.

La polémica en Italia del paseo de los niños lleva a Conte a advertir que los padres solo pueden bajarlos con ellos a la compra

Italia sumó del martes al miércoles casi 3.000 nuevos contagios por coronavirus, algo más que en la jornada anterior y en la del lunes, mientras que más de 700 personas han fallecido, lo que lleva a superar el umbral de 13.000 víctimas mortales, según datos facilitados por el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli. Y con ese avance y tras tres semanas de confinamiento, la polémica se adueñó de la región de Lombardía, una de las más afectadas por los contagios. Y es que mientras el Ministerio del Interior abre la mano y permite que los niños salgan a pasear con un adulto, las autoridades regionales no ven bien esa medida. El presidente lombardo, Attilio Fontana, aseguró que para él «no cambia nada» y lo que vale es su «ordenanza» y que si se sorprende a un padre con su hijo paseando podrían ser multados «si no existe una motivación válida». «Nuestros sacrificios están produciendo resultados y debemos insistir al menos todavía 15 días, de lo contrario corremos el riesgo de anular todo lo hecho», explicó el consejero de Sanidad, Giulio Gallera, quien habló de desaceleración de positivos y pidió que los niños se queden en casa.

La polémica ha llevado incluso al primer ministro Giuseppe Conte a matizar a Interior y aclarar que el Ejecutivo nunca autorizó el paseo con los niños. «En absoluto, únicamente se dijo que cuando un padre baja a la compra, puede permitirse hacerlo acompañado de un hijo». Y esta autorización, incidió Conte, «no debería ser en caso alguno una oportunidad para salir a caminar».