España rebasa los 10.000 fallecidos por COVID-19, el 20 % de todo el planeta

SOCIEDAD

SERGIO PEREZ

Los casos positivos y los ingresos en cuidados intensivos ralentizan su crecimiento

03 abr 2020 . Actualizado a las 08:04 h.

Crecen más despacio pero crecen. Los principales indicadores para seguir la evolución de la epidemia del COVID-19 en España siguen ofreciendo cifras escalofriantes. En 24 horas se registraron otros 950 muertos, un 9,4 % más, y, de nuevo, la cifra más alta hasta la fecha, con la que se acaba de rebasar la barrera de los 10.000 muertos (10.003 exactamente), lo que suponía ayer por la tarde el 19,9 % de los de todo el planeta.

Los casos también continúan incrementándose, con 8.102 más, que sigue siendo una cifra muy alta (110.328 en total) pero que crece de manera un poco más contenida, al 7,3% frente a casi el 20 de la semana pasada y el 25 de la anterior.

Sin embargo, el dato más esperanzador es el de las nuevas altas, 4.096, que continúan creciendo el doble de rápido que los nuevos positivos en esa vital carrera por superarlos y, en consecuencia, dar por controlada la epidemia.

También hay otro aspecto que en el plano más inmediato puede ahorrar cientos o incluso miles de vidas, la relativa lentitud con la que se está incrementando la presión sobre el sistema hospitalario y, particularmente, sobre las unidades de cuidados intensivos. Otros 220 pacientes necesitaron ayer ingreso en uci, un 3,6 % más, y 2.695 en el conjunto de los hospitales, un 4,9, lo que no deja ser un buen dato dentro de todo el sufrimiento que implica cada una de estas cifras.

Ahora bien, todo eso hay que ponerlo en cuarentena porque el Ministerio de Sanidad admitió ayer por primera vez que las comunidades les pasan los datos cada una a su manera. Cuando se está planteando el trasvase de pacientes entre regiones, el organismo al frente de la lucha contra la enfermedad no sabe con exactitud las ucis que hay disponibles en cada sitio.

«Yo realmente no tengo en este momento el dato, pero sé que han aumentado y cada día están sacando camas de donde se puede», reconoció ayer la jefa del área del Centro de Coordinación del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias (CAES), María José Sierra. «Algunas comunidades lo que están informando es el número acumulado de casos que han estado ingresados en cuidados intensivos y los datos de otras comunidades están reflejando en el día de hoy el número de pacientes que ayer se encontraba en estas unidades». Concretamente Madrid y «dos o tres más», según Sierra que, pese a todo, dice «que esto va a mejorar en los próximos días».

También lo cree el director del centro, Fernando Simón, para quien «el foco ahora mismo está en la hospitalización y las ucis. En conseguir que en los próximos días no lleguemos a un pico de saturación que impida atender a los pacientes», porque «ese efecto de acúmulo es lo que puede hacer que acabemos saturando los cuidados intensivos».

Un millar más de profesionales sanitarios infectados cada día

Desde el lunes hasta ayer fueron diagnosticados con coronavirus otros 3.893 sanitarios, lo que sale prácticamente a un millar de afectados más cada día, según los datos que ofreció en el Parlamento el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa. Con este incremento del 31 % en solo cuatro días son ya 16.191 los infectados, con lo que eso supone, además de a nivel personal y familiar, para el sostenimiento del sistema en este momento tan crítico.

Eso sí el porcentaje de casos con respecto al total de la población en la que se han detectado positivos por COVID-19 se mantiene más o menos estable. Ha subido dos décimas, desde el 14,4 al 14,6 %, una cifra que también está distorsionada porque, por razones obvias, las pruebas se realizan con mucha más intensidad entre este colectivo que en el conjunto de la población.

Con todo, continúa siendo el más alto del mundo, lo que desde distintos ámbitos se atribuye, en parte, a la falta de equipos de protección individual (EPI) para afrontar la atención de los pacientes.

Ante esta «grave situación de desprotección e inseguridad», el Sindicato de Enfermería (SATSE) acaba de presentar una denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un organismo dependiente de la Organización de Naciones Unidas, que se suma a la ya interpuesta ante la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.

«En nuestro país no se ha actuado con la diligencia, previsión y premura necesaria para que las enfermeras y enfermeros que se encuentran en primera línea de batalla contra el coronavirus, al igual que el resto del personal sanitario, puedan disponer de los equipos de protección individual (EPI) que todas las normativas y protocolos establecidos al respecto exigen utilizar para preservar su salud», se queja el sindicato que añade: «Se ha actuado tarde y una vez constatadas graves situaciones de desabastecimiento generalizado en los centros sanitarios y sociosanitarios de todo el Estado, lo que denota una total falta de previsión que no es justificable en modo alguno, teniendo en cuenta, además, la referencia y experiencias previas de otros países varias semanas antes».