El radar de O Restollal cazó a 144 infractores en los últimos ocho días con escaso tráfico

r. martínez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Los agentes de la autoridad pueden exigir el certificado de la empresa para justificar el desplazamiento. En la foto, un control este martes en Santiago
Los agentes de la autoridad pueden exigir el certificado de la empresa para justificar el desplazamiento. En la foto, un control este martes en Santiago Sandra Alonso

El transporte urbano apenas mueve a cuatro viajeros de media por expedición

01 abr 2020 . Actualizado a las 13:29 h.

La declaración del estado de alarma ha reducido al mínimo los niveles de circulación rodada en la ciudad, pero no ha alterado el funcionamiento de los sistemas automáticos del control de la velocidad. Estos continúan totalmente operativos y no son pocos los conductores que los activan pisando el acelerador. El radar de O Restollal -el único fijo en un acceso urbano, junto con el del túnel del Hórreo- ha acumulado en los últimos ocho días 144 sanciones: una media de dieciocho diarias. Ninguno de esos vehículos bajaba de los 60 kilómetros.

Nada que ver con las cifras previas a la adopción de las medidas de contención del coronavirus, cuando los infractores en este punto se contaban entre 70 y 80 diarios, con algún pico de noventa, incluso. Tampoco la movilidad es la misma. Solo en la primera semana de esta situación excepcional el tránsito en vehículos de motor había caído en torno al 75 %, aunque las nuevas medidas decretadas este domingo habrán agudizado ese descenso.

La caída de las infracciones en la entrada por O Castiñeiriño es porcentualmente pareja a la de la movilidad en toda la ciudad, pero el concejal de Mobilidade, Gonzalo Muíños, no se esperaba ese nivel de incumplimiento en estas circunstancias, y con todo lo que se ha divulgado la entrada en funcionamiento de ese radar. El responsable de Seguridade quiere pensar que se trata de conductores despistados ante un vial de cuatro carriles habitualmente con una amplia presión de tráfico y ahora prácticamente vacío, pero no deja de recordar que el radar sigue funcionando. El que quedará para después del estado de alarma es el del túnel de Conxo,

También siguen operativos los fotorrojos: los semáforos con cámara. En este caso, están activos todos menos el de la avenida de Lugo (cruce con Concheiros), que se retiró cuando arrancaron las ahora paralizadas obras de la Xunta en ese nudo. Pero la organización temporal del tráfico por ese motivo ya sirve en cierta medida de elemento de contención contra los excesos de velocidad. Sí mantienen su actividad los de las plazas de España y la Paz (en el norte del casco urbano) y los de Romero Donallo y Amor Ruibal, en la zona sur.

Autobuses en mínimos

El estado de alarma no solo ha retirado de las calles un elevadísimo volumen de vehículos. También a usuarios del transporte público. Hasta el punto de que el Ayuntamiento ha aprobado nuevos reajustes del servicio. Salvo en las líneas de contacto con los hospitales, que mantienen sus prestaciones al cien por cien, en el resto el servicio se ha rebajado hasta el 32 %. Así lo decidía ayer Raxoi.

Con la pérdida de más del 93 % de los viajeros, el transporte urbano apenas llega a una media de cuatro usuarios por expedición. Este lunes se quedó en 3,2 viajeros por servicio, con unos 1.800 usuarios en total, frente a los casi 26.500 de promedio diario de las jornadas laborales de enero y febrero. Eso supone un 93,16 % de caída sobre una jornada normal antes del estado de alarma, y un 4,6 % menos que el lunes anterior. En días pasados, e incluso este lunes, ha habido varios servicios, sobre todo por la tarde, que han funcionado sin ningún viajero. Más de una y de dos líneas han viajado de vacío. La franja horaria que más usuarios movió ayer fue la de 11 a 11.30. Y entre todas las líneas solo sumaron cien viajeros en ese intervalo.

El servicio ampliado de bonotaxi ya está disponible a través del teléfono 010

Las prestaciones del transporte urbano decrecen, pero las posibilidades de acceder al servicio gratuito de taxi para los colectivos con problemas de movilidad se incrementan. El Ayuntamiento cerró ayer el acuerdo con las dos asociaciones del taxi de la ciudad para habilitar un medio de transporte alternativo para las personas con vulnerabilidad social, discapacidad o que residan en el rural y que, careciendo de medio propio de transporte, precisen desplazarse a los hospitales, a la farmacia o para realizar gestiones urgentes.

El procedimiento para pedir el servicio será muy similar al de los bonos para la comida. Quienes precisen ese transporte tendrán que llamar al teléfono gratuito municipal 010, donde se recogerán las solicitudes y se tramitarán a través de Servizos Sociais. Si los demandantes cumplen los requisitos, sus peticiones se trasladarán a las asociaciones de taxistas, que los irán buscar a sus domicilios. Será el Concello el que abone a las asociaciones el coste de los servicios prestados.