Las impresoras 3D pisan el acelerador en Ferrolterra

beatriz antón FERROL / LA VOZ

SOCIEDAD

Personal del Marcide con las máscaras de protección fabricadas por el grupo de makers  Protectores Sanitarios
Personal del Marcide con las máscaras de protección fabricadas por el grupo de makers Protectores Sanitarios cedida

Los colectivos de «makers» surgidos en la zona han entregado ya más de dos mil máscaras de protección facial a los profesionales más expuestos al coronavirus

01 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay casas de la comarca «tomadas» por impresoras 3D que trabajan a toda máquina, día y noche, para fabricar munición contra el COVID-19. Entre ellas se encuentra la de Álvaro Deibe, profesor de la Escuela Universitaria de Diseño Industrial (EUDI), quien ha montando en su domicilio una auténtica cadena de producción a pequeña escala. Las cinco impresoras 3D que antes empleaba en las aulas para enseñar a sus alumnos el funcionamiento de este tipo de tecnología aditiva funcionan ahora a todo gas para fabricar máscaras de protección facial sin descanso, veinte horas al día. «Las pobres están que echan humo, pero no se puede parar, porque hay mucha necesidad. Ayer mismo entregué 180 y hoy ya tengo listas otras 30 para llevar a la farmacia», cuenta sin perder el ánimo este profesor del campus.

Deibe forma parte de la sección gallega de Coronavirus Makers, una red nacional de voluntarios surgida en la plataforma Telegram para ayudar a los colectivos con mayor riesgo de contagio mediante la fabricación de viseras-pantalla de protección facial con impresoras 3D. Los makers de esta red dejan sus máscaras en la farmacia más cercana, y desde allí se llevan a un centro logístico, donde el 061 las recoge para su distribución por los centros que las precisan.

Pero, de forma paralela a esta iniciativa, en la comarca ferrolana han surgido en los últimos días otros grupos de makers que trabajan a nivel local, llevando sus máscaras de forma directa a quienes las solicitan, desde centros de salud hasta el hospital Arquitecto Marcide, pasando por residencias de ancianos, policías, voluntarios de Protección Civil o trabajadores de ayuda a domicilio o supermercados.

¿Cuántas protecciones han entregado ya todos estos colectivos a entidades de la zona desde que estalló la crisis? Responder de forma exacta a esta pregunta resulta casi imposible, pero, solo con los datos aportados por algunos de los grupos, la cifra supera ampliamente las dos mil. Entre los más productivos se encuentra Makers Ferrol, integrado por medio centenar de voluntarios, que ya ha entregado «puerta a puerta» alrededor de 1.450 máscaras, o Protectores Sanitarios, en el que colaboran profesores y empresas como Espacio Vivo, iCook o Todo Ocio Education, que han llevado unas trescientas a varios ambulatorios y al Marcide.

Desde el Sergas agradecen todas estas donaciones y confirman que estas máscaras ya están siendo utilizadas por el personal sanitario como «elementos supletorios» a los equipos de protección individual (EPI) homologados por la administración. Es decir, se utilizan como «primera barrera» para evitar el contagio junto con otros elementos de protección, como mascarillas y gafas.