Los hospitales gallegos empiezan a recoger plasma de curados para su uso como terapia para el coronavirus

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

De momento se ha autorizado la toma de muestras, pero los médicos están pendientes de que el ministerio apruebe su aplicación

01 abr 2020 . Actualizado a las 20:54 h.

Los hospitales gallegos ya preparan la recogida de plasma de personas que han superado el COVID-19 para su posible uso como tratamiento. El Ministerio de Sanidad ha autorizado la toma de muestras «y al menos Vigo, Santiago y A Coruña» hemos empezado, dice la jefa de servicio de hematología del Álvaro Cunqueiro, Carmen Albo. «Damos por hecho que si el ministerio ha autorizado la recogida de plasma también autorizará su uso como tratamiento», abunda.

Habría dos vías para utilizarlo: o bien libremente —como ha autorizado Estados Unidos­­— o bien dentro del ensayo clínico que lidera el Hospital Puerta de Hierro, de Madrid, con otros siete hospitales. «Nosotros ya hemos solicitado participar», dice Carmen Albo, en referencia a su servicio. La filosofía de fondo es sencilla: cuando alguien tiene una infección vírica y su cuerpo vence al germen, se generan anticuerpos, que inmunizan al portador durante una temporada. Pueden ser como los del sarampión, que duran para siempre, o como los de la gripe, más limitados en el tiempo. La terapia se basaría en inocular plasma con anticuerpos a los enfermos más graves, porque así ya tendría elementos para que su sistema inmune hiciese el trabajo defensivo.

Ahora los hospitales empiezan la fase de recogida. Para ello, tienen que seleccionar a los pacientes entre los pocos que se han curado en Galicia. La participación sería voluntaria. Para la selección se tendrá en cuenta si los pacientes tienen otras enfermedades, su edad y un recuento alto de anticuerpos, algo que se hace con un análisis de sangre. Los candidatos seleccionados se someterían a una donación por aféresis (similar a la de sangre, pero para recoger solo plasma). «En diez o doce días empezaremos a tener plasma», dice la jefa de servicio de Vigo.

Todas las muestras de Galicia se almacenarán en la Axencia de Donación de Órganos e Sangue (ADOS). Si luego se autoriza su uso, será la que distribuya el plasma a los hospitales gallegos. «Queremos recoger sobre 600 mililitros por paciente, que sería suficiente para tratar a dos personas», explica Carmen Albo.

El uso de anticuerpos se ha probado eficaz en otras epidemias. En el 2012, cuando se difundió el MERS (un coronavirus muy letal que empezó en Oriente Medio) ya se probó. También en el ébola, en el 2014, cuando la enfermera lucense Teresa Romero recibió plasma de Paciencia Melgar, una monja guineana curada del virus. En el SARS-CoV-2, que es como se llama el nuevo coronavirus originado en Wuhan, se han hecho estudios de alcance limitado: uno de 17 pacientes en China y otro de cinco en Hong Kong. «Tienen resultados esperanzadores, porque fue eficaz en aproximadamente el 70 % de los casos», dice Albo. Pero son pocos enfermos estudiados y, además, en unas condiciones particulares: normalmente las terapias se validan cuando a un grupo de personas se les da un tratamiento y a otro, no. En este caso, éticamente hay que usar todos los medios disponibles, y en los dos estudios los pacientes ya estaban recibiendo otras terapias.