El primer paciente de Vigo: «Cuando me dijeron que tenía el coronavirus no sabía ni lo que era»

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Daniel Aldea, en la noche del miércoles, por fin en su casa, donde espera reponerse físicamente
Daniel Aldea, en la noche del miércoles, por fin en su casa, donde espera reponerse físicamente Xoán Carlos Gil

Daniel Aldea ingresó en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo una semana después de contagiarse, y al cabo de un mes,ya está curado

04 abr 2020 . Actualizado a las 01:52 h.

Dicen los suyos que a Daniel Aldea el coronavirus le ha quitado unos cuantos kilos, pero no el sentido del humor. «Esta mañana [por el miércoles] me dijo la médica: ‘‘Puedes irte hoy o mañana’’. Y le dije: ‘‘¿Cómo que mañana? ¡Ahora mismo!’’. Salí escopetado», cuenta por teléfono desde su casa de Moaña el primer paciente de COVID-19 del área de Vigo, que este miércoles dejó el Hospital Álvaro Cunqueiro un mes después de entrar. Ya está curado.

Probablemente, Daniel (43 años) fue el primero de Galicia que se contagió, aunque nadie lo supo. Le diagnosticaron la infección por coronavirus el 4 de marzo, unas horas después de que en A Coruña se confirmase el primer caso. Ya llevaba tres días ingresado en el hospital con neumonía. Se sospecha que Daniel se contagió el 23 de febrero. Ese fin de semana, viajó con su esposa a Madrid a visitar a unos familiares.

«Estuve con mi hermano, su mujer y su hijo, y ninguno lo tuvo», recuerda. En aquel momento, Madrid no se consideraba zona de riesgo. En toda España se habían detectado dos casos y eran turistas. Dice que ellos apenas salieron a la calle. Cuando los médicos analizaron su caso concluyeron que era importado de Madrid. Pero su teoría es otra: «Creo que lo cogí en Benavente, porque a la vuelta paramos a echar gasoil. Allí hay mucha gente de todas partes, paran muchos camioneros», razona.

Daniel se encontró mal esa semana y fue al médico. Las dos veces se sospechó que tenía un problema digestivo. El 1 de marzo se agravó. «Ya no podía comer, no respiraba, no tenía aire... No sabía ni qué gente tenía en casa», cuenta. Y eran ocho aquel mediodía en Moaña, incluido el bebé de su sobrina Andrea, que no se infectó a pesar de que ella sí se contagió y le daba el pecho.

El 1 de marzo España traspasaba la barrera de los cien contagios, pero seguía sin ser zona de riesgo. Por eso, cuando lo ingresaron con una dura neumonía en el Cunqueiro aquella noche tampoco le hicieron la prueba. Llegó a compartir cuarto con otros dos pacientes hasta que, finalmente, le hicieron la prueba y dio positivo. Tanto él como su mujer. «Cuando me lo dijeron, no sabía qué era el coronavirus. Ni idea», asegura.

Como para no saberlo ahora, cuando han sido cuatro contagiados en la misma familia. Todos están curados. La mujer de Daniel y el hijo y la sobrina de ella no tuvieron síntomas. Él llegó a estar en la uci en una situación extremadamente delicada. «Nunca en mi vida había estado ingresado. No me tumbaba nada porque siempre fui fuerte. Esta es la primera vez», cuenta. «Lo pasas con miedo, con angustia... lo pasas mal», dice. Apenas recuerda nada de sus 19 días en la uci, donde fue el primero en entrar y también el primero en salir, bajo el calor de una ovación del personal sanitario.

Daniel espera poder comer y recuperarse. «Y es que perdí mucha fuerza», admite. Lo hará junto a los suyos, en Moaña. Este hombre de origen rumano lleva en el área de Vigo desde el 2003 y a partir de entonces no ha parado de trabajar. Posee una empresa de transportes. «Tengo muchas ganas de volver», afirma.