«La materia prima casi triplicó el precio en solo una semana»

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

SOCIEDAD

MIGUEL SOUTO

Arlit entregará esta semana 30.100 máscaras protectoras al Sergas y 112.000 a Castilla y León

31 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A puerta cerrada, pero con su decena de operarios trabajando sin ningún día de descanso desde el lunes de la pasada semana. Arlit figura entre las escasas empresas del polígono Área 33 de Silleda que siguen con su actividad, tras enfocarla en exclusiva a la fabricación de máscaras de protección. La firma ya donó 2.500 unidades a hospitales de toda Galicia, excepto de las provincias de A Coruña y Lugo, así como a centros médicos de Deza, Melide, Arzúa, Boiro,... o a residencias de mayores, fuerzas de seguridad, bomberos o al sector de la alimentación, empresas de limpieza, farmacias, entre otros.

A estas donaciones altruistas -solo se comentó a las empresas a las que se donaron la posibilidad de que hicieran alguna contribución económica para adquirir material- se suma la fabricación también de máscaras de protección por encargo. Hoy o como muy tarde mañana -estaban pendiente de recibir material- harán entrega de 30.100 máscaras al Sergas, donde Arlit solo cubre gastos de producción y material, sin beneficio económico propio, como resaltaba Daniel Moalde. Desde Castilla y León también recibieron un encargo importante a entregar durante esta semana, en este caso 112.000 unidades.

La intención de la firma silledense es continuar con su actividad. Pero hay condicionantes. La recaudación voluntaria entre los establecimientos a los que se donaron piezas «apenas llega a 350 euros, aunque lo estamos metiendo en un sobre y habrá que contarlo todo», explica Daniel Moalde. Pero se encuentran con dificultades para aprovisionarse de material -emplean PVC y láminas de PET para confeccionar las máscaras de protección- y además el precio se está disparando. «La materia prima casi triplicó el precio en solo una semana, al menos se ha duplicado y resulta un grave problema», dice.

La adaptación de los procesos productivos en Arlit para confeccionar tan solo máscaras de protección no resultó complicado. «Solo fue necesario introducir el corte y meter los diseños para empezar a fabricar», incide Moalde. Pero se deben enfrentar a los crecientes precios y también a las dificultades logísticas. «A veces no llega el material con mucho retraso, incluso no termina de hacerlo y además debemos afrontar la distribución de las máscaras», apunta.

Arlit acometió con recursos propios su campaña de donación de máscaras de protección y tan solo encontró colaboración en la firma de Leroy Merlín de Santiago, que le donó parte del material empleado. Esta semana seguirán trabajando pero podrían verse abocados a desistir si siguen desmandándose los costes. «Se trata de un producto básico, sencillo, que debe tener un coste razonable y que si se dispara por culpa del precio del material es mejor cerrar e irse para casa», sentencia Daniel Moalde.