Segundo Blanco: «A xente axudounos co Prestige e agora temos que responder»

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA /LA VOZ

SOCIEDAD

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El marinero reconoce que no sería justo parar la actividad cuando el país necesita pescado

31 mar 2020 . Actualizado a las 09:19 h.

El noiés Segundo Blanco es un hombre curtido por la salitre y el aire del mar. Trabaja de marinero desde que era un adolescente, y vivió un sinfín de problemas relacionados con su trabajo, desde el Prestige a los cierres de las rías por toxina, y afirma que siempre salieron adelante. Ahora, la situación es diferente porque el peligro acecha a vidas humanas. Aún así, afirma que no tiene miedo y que seguirá saliendo todos los días a pescar siempre y cuando las autoridades se lo permitan.

Segundo Blanco es el armador de un barco que esta temporada se dedica a la pesca con artes menores por la ría de Muros-Noia. Son cuatro personas a bordo y, según comenta, a pesar del confinamiento por la pandemia del coronavirus, «estamos a traballar con normalidade».

Xarda, pescadilla, faneca, jurel o salmonetes son algunas de las especies que traen a tierra todos los días. Eso sí, el marinero reconoce que los precios del pescado cayeron de forma considerable. «Estannos pagando máis ou menos a metade do que custaba hai unhas semanas», afirma.

Caída de precios

En este sentido, reconoce que, por ejemplo, la pescadilla está a unos dos euros el kilo, «menos do dobre. A faneca pasou de catro a un euro e medio, e a xarda está sobre sesenta céntimos». La crisis cogió al colectivo desprevenido y con miedo. «Sabemos que é unha cousa excepcional pero decidimos seguir traballando. Imos aguantar polo menos para cubrir gastos». Comenta que el país está pasando un mal momento por lo que: «Temos que arrimar o ombro. Agora non podemos deixar á xente sen peixe. Aínda que sexa máis barato, nós imos contentos igual ao mar».

Blanco echa la vista atrás y se acuerda de la catástrofe del chapapote: «A xente axudounos co Prestige e agora temos que responder indo a pescar. Veu xente de toda España a botarnos unha man, e hai que devolverlle esa solidariedade pescando e que se poida comer peixe fresco. Por iso, creo que non é xusto parar nunha situación tan difícil como a que estamos atravesando».