Porque en su vida ha habido palos, uno de los más grandes el alzhéimer diagnosticado a su mujer, «en ese momento se te viene todo encima, te derrumbas pese a ser fuerte, porque piensas en tus hijos y en lo que les queda». Pero de momento toca disfrutar, eso sí, aislados y cumpliendo todas las medidas de prevención, «tenemos que darnos cuenta de que podemos matar, nos podemos convertir en asesinos por imprudentes, hay gente que se lo toma a la ligera pero tenemos que quedarnos en casa y cumplir con las normas, eso por encima de todo».