Los pabellonistas mantienen su musculatura a punto en casa

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Ramón Zapatería, técnico del Halterofilia Pabellón, aboga por priorizar las garantías de la salud de los deportistas y del resto de la población, antes de reiniciar competiciones

29 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Club Halterofilia Pabellón fue uno de los primeros ourensanos que frenó sus actividades deportivas, en cuanto afloraron las noticias sobre los contagios por Covid 19. Así lo recuerda su experimentado entrenador, Ramón Zapatería: «Cortamos de modo radical hace dos semanas, tras hacer una toma de marcas para contrastar con las que podamos hacer cuando termine este período de alarma sanitaria. Pero teníamos muy claro que hacer uno o dos entrenamientos más no valía la pena comparado con los problemas que podíamos causar, algo que aún le cuesta entender a más de un cabezón que sigue saltándose el confinamiento sin un motivo de verdadera urgencia».

El veterano técnico fue uno de los pioneros en la halterofilia ourensana, empujado por Julio Fernández, y aunque fue la última provincia gallega en arrancar con esta modalidad deportiva, logró colarse varios años entre los mejores clubes nacionales, en categorías masculina y femenina, pese a que el nivel estatal es uno de los más altos de Europa, contando con varias figuras de relieve internacional.

Díaz Zapatería incide en que, durante la situación actual, lo primero es «contribuir a que se solucione el problema sanitario y actuar como una sociedad responsable, lo individual pasa a un segundo plano». También añade el técnico que es necesario olvidarse de calendarios y planificaciones deportivas hasta que las autoridades del país le pongan fin al período de alarma: «Ahora no toca adelantar acontecimientos, ya veremos como terminamos la temporada, reajustándolo bien y teniendo en cuenta que la ansiedad tampoco es buena, habrá que tener calma y recuperar un buen estado de forma de los deportistas».

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Por ese lado, el Club Halterofilia Pabellón está pendiente tanto de la salud de sus deportistas y familiares como de la forma en que pueden mantener su nivel de forma física: «No es mucho lo que se puede hacer, porque los entrenamientos no tendrán la intensidad que era habitual en el club, pero es importante un trabajo de mantenimiento. Ellos saben lo que tienen que hacer e intentan mantener un metabolismo basal alto».

Gomas, pesas y cualquier otro utensilio que pueda reunirse en casa sirven a los halteras para desarrollar un trabajo diario en el cuidado de sus respectivos cuerpos. Zapatería recuerda: «Todos ellos trabajan con mucha seriedad e intentan no dejarse ir y caer en la trampa de la nevera».