Feijoo cuestiona el «cierre abrupto» de la actividad y pide que sea más gradual

SOCIEDAD

Coincide con Urkullu en que la restricción puede acabar con muchas empresas

30 mar 2020 . Actualizado a las 08:22 h.

El proyecto de decreto que se dispone a aprobar el Gobierno para restringir cualquier actividad económica que no sea esencial levantó este domingo las suspicacias de algunos presidentes autonómicos, como el gallego Alberto Núñez Feijoo o el vasco Íñigo Urkullu, que reclaman el derecho a poder decir algo en esta materia y que se haga un «cierre ordenado» en algunos sectores, como el conservero o el siderúrgico, para no causar daños mayores.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantenido este mediodía un encuentro por videoconferencia con los mandatarios autonómicos para dar cuenta de la evolución de la crisis del coronavirus en España, de los pasos que se han dado para disponer de más material de protección o de las medidas adicionales que se van a tomar este mismo domingo en un Consejo de Ministros extraordinario para limitar más la actividad económica y la movilidad de las personas.

Y aunque la propuesta de Sánchez tuvo el apoyo cerrado del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y de algunas comunidades gobernadas por el PSOE, Feijoo puso de relieve al término del encuentro que «hemos plantado cautelas la mayoría de presidentes», ante la ausencia de anexos al decreto que permitan conocer el impacto de la medida en las empresas o determinados sectores. «Nos preocupa que pulsar el botón de pausa puede ser pulsar el botón de apagado para muchas empresas y puestos de trabajo», esgrimió Feijoo.

Esta es una posición defendida desde hace días por el lendakari Íñigo Urkullu, contrario al cierre completo de la actividad productiva, por el riesgo a que deje fuera a las empresas vascas de los mercados internacionales. Y si Feijoo aprovechó la reunión con Sánchez para poder conocer los términos del decreto antes de que sea aprobado, con el fin de poder hacer alguna aportación, el lendakari vasco planteó que cada comunidad tuviera capacidad de decidir qué sectores o actividades deben ser objeto de nuevas restricciones.

El mandatario gallego puso por delante que apoyaba todas las medidas dirigidas a proteger la salud de los trabajadores, aunque, en la misma línea que Urkullu, le trasladó al presidente del Gobierno que «no sería bueno ir a un cierre abrupto de sectores» si no es imprescindible, y abogó por un «cierre ordenado» en determinados ámbitos. Citó como ejemplos las obras, que no se pueden cerrar de un día para otra, porque hay que perimetrar y guardar los materiales, o la fabricación de envases de conserva. También citó el caso de Alcoa y el sector del aluminio: «Si se apagan as cubas, pecha definitivamente», alertó, antes de aludir también a la actividad de las gestorías, necesarias sin ir más lejos para tramitar los ERTE.

 

Tanto el representante gallego como el vasco, al igual que algún otro como el murciano Fernando López Miras, se quejaron de que el planteamiento del Gobierno sean hechos consumados y de que no fueran consultados antes de tomar una decisión que se plasmará en el decreto. El propio Feijoo, al comparecer de forma telemática ante los medios, dijo también no albergaba demasiadas esperanzas de que desde la Moncloa puedan mostrarle a las comunidades los detalles del decreto, por si se pudiera corregir algún aspecto, antes de que sea aprobado.

Los presidentes autonómicos también aprovecharon la cita con Sánchez para trasladarse su apoyo en la posición que mantiene ante la UE para intentar buscar una solución compartida a la crisis del coronavirus, e insistieron en demandar del Gobierno central que insista en la compra de material sanitario y de protección pese al traspiés que supuso la adquisición de los 600.000 test defectuosos.

Agradecimiento a Inditex

Feijoo demandó «sensibilidad con el material», y dijo que, este apartado, la posición de los mandatario autonómicos fue unánime, porque no solo demandan material, sino un calendario «aproximado al menos» de cuándo puede llegar para controlar los stock y mantener la planificación.

Frente a algunas comunidades, que dijeron que no han recibido material alguno del Estado, el presidente de la Xunta destacó que Galicia si lo ha hecho, aunque en cantidades insuficientes. En la plataforma logística gallega entraron desde el Estado 220.000 mascarillas, que Feijoo dijo que llevaban para cuatro días, 33.000 batas que solo alcanzan para 1,7 días, y 352.000 guantes que se consumen en menos de una jornada.

La parte positiva es que el sábado llegó a Galicia un envío, realizado por la Xunta semanas atrás, de 700.000 mascarillas procedentes de China que están listas para se distribuidas. El mandatario gallego agradeció de forma muy particular la colaboración prestada por el grupo Inditex, sus donaciones y, sobre todo, su capacidad logística y su flota de aviones, pues remarcó que sin su influencia en China, sin su flota y sin sus slots, la mercancía no habría llegado a Galicia. También agradeció a la empresa Caamaño, especializada en el montaje de espacios comerciales y de hostelería, la donación de 100.000 mascarillas de las 700.000 que llegaron. Otras 100.000 fueron donadas por Inditex, y las 500.000 restantes corresponden a la adquisición del Sergas.

El jefe del Ejecutivo gallego también aprovechó su rueda de prensa para trasladar su «preocupación» por las situación de las residencias de mayores, donde se contabilizan 220 usuarios contagiados y 71 profesionales. Son menos del 1 % de este colectivo, pero advirtió que hay que estar preparados para tener casos. «Crecerán os contaxios», señaló.

Finalmente, Feijoo dijo que los técnicos de la Xunta también están estudiando las posibilidades de habilitar hospitales de campaña en Santiago y A Coruña por si fuera necesario, pues en otras ciudades como Ourense y Vigo hay infraestructuras autonómicas, que se puede destinar a esta finalidad.

Posicionarse con Madrid

La oposición política en Galicia reaccionó a la intervención de Feijoo deslizando también algunos reproches. El líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, instó al presidente de la Xunta a posicionarse con el Gobierno central en las medidas adoptadas. «A saúde é o primeiro», dijo el dirigente socialista, sobre la petición de Feijoo de que la restricción de la actividad económica fuera menos abrupta. Y, en la misma línea, le pidió al presidente gallego que abandone «a posta en escena de tensión» con Madrid.

La líder del BNG, Ana Pontón, censuró por su parte la «falta» de iniciativa de la Xunta para hacer frente a la situación de riesgo en las residencias de mayores. «Nin unha proposta nin unha medida do Goberno galego», criticó Pontón, para reforzar la protección de estos centros.