Los empleados de cualquier sector que puedan hacer teletrabajo no tendrán que parar

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña LA VOZ

SOCIEDAD

José Pardo

Los ciudadanos podrán seguir yendo a la farmacia, al súper y a comprar el periódico al quiosco

29 mar 2020 . Actualizado a las 15:49 h.

El Gobierno ha decidido endurecer las medidas para luchar contra el coronavirus y ha dispuesto que «todos los trabajadores de actividades no esenciales deberán quedarse en casa durante dos semanas como lo hacen el fin de semana», aunque los empleados de cualquier sector que puedan hacer teletrabajo no tendrán que parar. Lo anunció este sábado Pedro Sánchez en una rueda de prensa por videoconferencia, la tercera en sábado después de aprobarse el pasado día 14 el decreto del estado de alarma, que a su vez fue prorrogado esta semana.

El contexto de la decisión: presiones y tensión en la coalición

Pedro Sánchez dijo que la decisión de cerrar los desplazamientos por trabajo en las actividades no esenciales se tomó atendiendo a criterios técnicos y científicos que así lo aconsejaban para reducir el impacto de la pandemia. Pero lo cierto es que, sin restar el peso que hayan tenido los asesores de la salud más próximos al Gobierno, las presiones para que endureciese las medidas de confinamiento se sucedieron en los últimos días, tanto desde foros científicos como desde partidos políticos y dirigentes territoriales.

Esa tensión se vivió incluso dentro de la coalición de gobierno, en la que destacados dirigentes como Pablo Echenique pidieron medidas más duras, aliándose así con los partidos nacionalistas que lo reclamaban. Torra, de hecho, exigió «cerrar Cataluña del coronavirus» y el diputado del BNG, Néstor Rego, abogó por «cerrar» Madrid y «blindar» Murcia.

También desde la oposición llegaron las críticas. El presidente murciano, Fernando López Miras, lamentó que no se cerrasen las puertas de su comunidad y se permitiese la entrada de personas posiblemente contagiadas en un territorio que tardó en tener casos positivos por coronavirus, y a esas críticas no tardaron en sumarse los dirigentes de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla León y Valencia.

Desde el ámbito de la investigación también se aconsejó adoptar medidas más duras, no solo en lo que se refiere a las actividades comerciales, sino también respecto a la movilidad. Un grupo de 70 científicos, con el infectólogo Oriol Mitjà a la cabeza, firmó un documento a favor del confinamiento para frenar la expansión del virus.

Las medidas anunciadas por Sánchez implican el cierre inmediato de actividades relacionadas con la industria y la construcción que no produzcan o sirvan artículos básicos para la atención de la población confinada, tanto para sus necesidades elementales como para su salud e higiene personal. Las actividades esenciales son las que ya recogía el decreto del estado de alarma, aunque el Consejo de Ministros podrá modificarlas o limitarlas. Y el presidente dijo que los empleados de cualquier sector que puedan hacer teletrabajo no tendrán que parar

¿Qué fábricas e industrias se mantendrán abiertas?

Las que fabrican o elaboran papel, cartón o embalajes, así como las de envases y plásticos, fertilizantes, pinturas, abonos, materiales de suministro médico y farmacéutico, productos químicos, lácteos, aceites, cosmética y perfumes, jabones, detergentes y productos de limpieza, elaborados de alimentación y servicios veterinarios, prendas de vestir, calzado y artículos confeccionados con derivados textiles. En general, quedan excluidos del decreto aquellos servicios manufactureros elementales para garantizar los servicios básicos de la población confinada y los artículos, productos y utensilios necesarios para los servicios sanitarios, tanto de los afectados por la pandemia como de la población en general.

 ¿Seguirán publicándose periódicos y abriendo los quioscos?

Sí. El presidente del Gobierno dejó claro ayer que los medios de comunicación, «que hacen una labor extraordinariamente importante», seguirán activos. El decreto que establecía el estado de alarma ya hacía referencia al servicio público de los medios de comunicación, que en su versión en papel se seguirán comprando en los quioscos.

¿El sector primario sigue operativo?

Sí, porque suministra bienes de consumo de primera necesidad. Por lo tanto, además de los establecimientos de alimentación, que seguirán abiertos al público, se mantienen las actividades pesqueras, ganaderas y agrícolas que cultivan, producen y sirven artículos alimenticios. Se mantienen los cultivos, los pastos, la pesca, la acuicultura y la silvicultura, así como los sectores relacionados con dichas actividades primarias para el procesado, embalaje y transporte de los alimentos y sus derivados.

 ¿Seguirán abiertos los bancos y los servicios de telecomunicaciones?

En principio sí, porque así figuraba en el decreto original, pero no se puede descartar que se establezcan servicios mínimos todavía más restringidos que los actuales.

 ¿Por qué se mantiene el textil si los comercios siguen cerrados?

Porque fabrican o confeccionan géneros necesarios para los trabajadores activos, como los uniformes de los sanitarios y del personal de limpieza, productos de geriatría, gorras, menaje para los centros sanitarios y, sobre todo, uno de los artículos más necesarios: las mascarillas.

¿Abrirán las oficinas de suministro de gas, agua y energía?

Son servicios básicos que el Gobierno ya aclaró hace días que se mantendrían activos, por lo que es de suponer que las oficinas de atención al público también seguirán operativas.

¿Las gasolineras seguirán abiertas?

Los negocios de refinería, así como los que distribuyen y expenden carburantes, son necesarios para la circulación de los vehículos que operan para los servicios esenciales: mercancías en general, servicios sanitarios y movilidad de sus trabajadores.

¿Hay excepciones en la hostelería?

Solo las recogidas en una orden del 23 de marzo en la que se declaran esenciales los servicios de 370 establecimientos turísticos para el alojamiento y manutención de los trabajadores sanitarios y transportistas.