Cardiología se suma ya a la primera línea de la asistencia del coronavirus

j. gómez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Sandra Alonso

El CHUS reduce las presencias y servicios como neurocirugía están en mínimos

29 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La ausencia de pacientes es el mayor cambio que notan los hospitales. Instalaciones vacías, presencias esporádicas y mucho silencio, caracterizan los últimos días. La actividad continúa en las plantas y en las consultas refuerza la comunicación por teléfono: en cardiología, uno de los servicios médicos con más demanda, «incluíndo doentes con marcapasos e outros dispositivos, que son de maior risco, facemos unhas 250 chamadas diarias e reclamamos a presenza de menos do 10 %», dice su jefe servicio, José R. González Juanatey. En neurocirugía, uno de los servicios quirúrgicos de menor tamaño «de 160 consultas programadas esta semana, solo reclamamos la presencia de 3 pacientes. Y los 10 quirófanos semanales que tenemos habitualmente se están reduciendo a 2-3 programados por semana, para tumores y casos que no pueden esperar», dice su jefe de servicio, Miguel Gelabert.

Cardiología pasó el viernes a la primera línea asistencial contra el coronavirus, como estaban antes la uci, urgencias, medicina interna, neumología o medicina preventiva: «en Madrid e en Cataluña están hai varios días. Aquí comezaron 2 cardiólogos. A experiencia da nosa especialidade con doentes críticos é unha vantaxe para situación como esta», dice Juanatey. Los más graves de coronavirus pueden «desenvolver unha miocardite fulminante e hai que determinar marcadores de dano do corazón. É un campo que queremos investigar, seguro que aprenderemos moito. Tamén hai indicacións para mudar o tratamento de doentes anticoagulados», sostiene.

En neurocirugía han cambiado de espacio y ahora sus camas están junto a otras quirúrgicas «como hace años. Aunque nosotros no estamos en primera línea, notamos consecuencias muy importantes de esta situación», dice Gelabert. De atender 30 pacientes en planta han pasado a 8: «al operar menos, ingresamos también menos, e intentamos dar las altas rápido, que estén poco tiempo internados tras la operación. Las intervenciones de párkinson, epilepsia y otras no son prioritarias ahora, pueden esperar; se lo decimos a los pacientes y lo entienden. Y apenas tenemos urgencias. La última semana no atendimos ningún lesionado en accidentes, antes eran habituales», resalta Gelabert.

Las consultas telefónicas duran tiempo, indican ambos especialistas; a veces tanto o más que una presencial. «Todos cogen el teléfono. La mayoría nos dan las gracias porque les llamamos», afirma Gelabert. Juanatey indica que «chamamos a véspera para avisar de que estean atentos para o día seguinte, e en ocasións mesmo se adianta a consulta xa no día anterior». Considera una ventaja que en urgencias haya circuitos diferentes para pacientes infectados o sospechosos de coronavirus, y para el resto, pues «iso axiliza a asistencia. Aínda que sabemos que cando se solucione todo teremos un aumento de consultas», admite.

El equipo de neurocirugía trabaja solo en la zona de consultas: «porque tenemos más espacio, 5 despachos. Somos 9 especialistas y 5 más en formación. Estamos organizados en dos grupos y en la consulta ni nos cruzamos, el contacto es solo por WhatsApp. El residente de primer año refuerza urgencias. Del resto del equipo, una semana trabajamos 5 y otra 4; con dos residentes», explica. Están todos bien. En cardiología hay un caso de coronavirus.

«Estoy contento de la respuesta, de como va todo. Esperemos que esto dure poco», indica Gelabert. «Unha lección disto para o futuro é que a Medicina mudou e resolve moitas cousas sen o doente diante», dice Juanatey. Ve un acierto que se contraten todos los especialistas que acaban su formación este año: «serán un apoio enorme», valora.