Dos grovenses relatan sus experiencias desde los países más golpeados por la crisis sanitaria

leticia castro

Ya se sabe que los mecos tienen representación en todos los puntos del planeta, por ello no es casualidad que en estos momentos de alarma sanitaria mundial se pueda encontrar a vecinos de O Grove, también en los países que hoy están en el punto álgido de la crisis por el COVID-19, como Italia y Estados Unidos. Las medidas de contención tomadas a lo largo y ancho del globo terráqueo son parecidas, al igual que el miedo y la histeria ante la posibilidad de quedarse encerrados en casa demasiado tiempo.

Al otro lado del océano habla Adrián Mascato, quien reside en Nueva York, una ciudad que, asegura, muestra una estampa de lo más surrealista esta última semana, con Times Square prácticamente vacío: «Casi no pasan coches y la verdad es que impresiona mucho ver Nueva York así». Adrián, que trabaja en el Madison Square Garden como videógrafo, lleva varios días teletrabajando desde casa: «La verdad es que desde que decretaron la alarma nacional dejamos de acudir a la oficina».

La primera potencia mundial acaba de superar en número de infectados a China. Los contagiados a día de ayer eran 85.498, lo que preocupa enormemente a los estadounidenses, que comienzan a verse sobrepasados por la situación. La curva crece a un ritmo de tres mil casos por día, y la gente empieza a volverse loca, sobre todo en lo relativo a la comida: «Hace una semana fui al supermercado e hice una cola tremenda, de casi hora y media; el arroz y la pasta escaseaban y no había prácticamente carne», cuenta. Laboralmente, la situación no es mejor. Se está despidiendo a un montón de gente desde que empezó esta crisis. «En muchas empresas, alrededor de un 50% están trabajando y el resto de la plantilla ha sido despedida», explica. La Administración está concediendo ayudas de hasta 500 dólares a la semana si uno se queda sin trabajo por estos motivos, «y han puesto en marcha un plan para sostener a las pequeñas empresas».

Parece que la pandemia ha sacado algo positivo, y es que el presidente de los Estados Unidos asegura que va a cubrir los gastos médicos de los pacientes con coronavirus «si no tienen seguro médico privado». Pese a ello, Adrián se encuentra relativamente tranquilo, puesto que ha decidido trasladarse a Florida, pasando por la correspondiente cuarentena: «Mi idea es no volver a Manhattan hasta que esto pase», asegura.

El pánico en clave italiana

En el otro extremo del globo se encuentra Rafa Besada, al sur de Italia, en una pequeña localidad llamada Melfi, con apenas 17.000 habitantes. Rafa relata que el Gobierno italiano fue tomando medidas poco a poco para evitar la histeria colectiva, «e aínda así, cando o 7 de marzo se prohiben os desprazamentos na Lombardía e noutras provincias próximas, moita xente decide fugarse esa noite cara ao sur, asaltando trens e propagando o virus». Los primeros contagios, de hecho, se dieron ya en el carnaval, y precisamente por ese motivo cundió el pánico. Todo ello ha hecho que Italia se sitúe en la tercera posición del ránking y es ya el país que registra la mayor mortalidad. Hasta hace unos días la gente podía salir de casa para hacer compras básicas, pero también para tomar el aire y hacer algo de deporte. «Agora iso xa non é posible».

Rafa trabaja desde casa desde el 19 de marzo, cuando Italia decretó el cierre de las empresas. Es diseñador gráfico en una de las firmas auxiliares de Fiat en el sur del país. Reconoce que, aunque las autoridades hablaban de retomar la actividad el 3 de abril, «isto vai para largo, xa que as medidas económicas que se tomaron foron para dous meses, e xa se comezan a pedir prórrogas». De momento, el trabajo desde casa les permite a él y a su pareja disfrutar más tiempo de su hija de dos años. En cuanto a la situación en la que se encuentra Italia relata que es muy dura: «E as cifras de mortos son escandalosas, aínda que a maioría están a darse no norte do país».

Adrián se trasladó a EE. UU. en el 214 para forjarse un futuro en su pasión, el mundo audiovisual. Allí, en Nueva York, trabaja como videógrafo en el Madison Square Garden y ha conseguido montar su propia empresa, Mascatorec. Se acaba de mudar a Florida «hasta que todo esto pase».

Rafa lleva seis años en Italia y trabaja para una empresa que se encarga del diseño gráfico interno de las fábricas que operan con la multinacional automovilística Fiat. «Nós somos os proveedores deste tipo de traballos», explica. Además, funciona como freelance para varios clientes gráficos y de social media.

En primera persona

 

Adrián Mascato; videógrafo en el Madison Square Garden y Mascatorec

Adrián se trasladó a EE. UU. en el 2014 para forjarse un futuro en su pasión, el mundo audiovisual. Allí, en Nueva York, trabaja como videógrafo en el Madison Square Garden y ha conseguido montar su propia empresa, Mascatorec. Se acaba de mudar a Florida «hasta que todo esto pase».

Rafael Besada; diseñador gráfico en i4B Grafica y Fornitura

Rafa lleva seis años en Italia y trabaja para una empresa que se encarga del diseño gráfico interno de las fábricas que operan con la multinacional automovilística Fiat. «Nós somos os proveedores deste tipo de traballos», explica. Además, funciona como freelance para varios clientes gráficos y de social media.