Patrullas a ritmo de Cantajuego por el callejero de Narón

SOCIEDAD

JOSÉ PARDO

Bomberos y policías regalaron a los niños un pasacalles que convirtió el confinamiento en una fiesta

29 mar 2020 . Actualizado a las 11:53 h.

No fue la cabalgata de Reyes, pero los vehículos de emergencias de Narón generaron casi tanta expectación e ilusión como la noche del 5 de enero Sus Majestades de Oriente. Una decena de vehículos pertenecientes en su mayoría al SPEIS (Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento) y algunas patrullas de la Policía Local oficializaron lo que ya venía ocurriendo en los últimos días: el aplauso desde las ventanas al paso de los vehículos de los cuerpos de seguridad, unos minutos de diversión con los que romper la rutina de la cuarentena.

Esta vez, bomberos y policías quisieron devolver el reconocimiento, especialmente a los más pequeños, para felicitarlos por cómo están sobrellevando el confinamiento. Con las sirenas ululando a todo trapo y las luces estroboscópicas deslumbrando al paso, su presencia se anunciaba a varios cientos de metros de distancia.

De Los Manolos a Pimpinela

A paso lento, circulaban mientras la megafonía regalaba los oídos infantiles con algunos de los grandes éxitos de Cantajuego o Uxía Lambona. Y también los de los adultos. La playlist del pasacalles incluyó otros animados temas como Amigos para siempre, que popularizaron Los Manolos en Barcelona 92 o el Galicia de Pimpinela. Y convirtieron por unos momentos el confinamiento en una fiesta.

Coincidiendo a la hora del aplauso por los niños, el Concello organizó un pasacalles que recorrió las principales arterias de la ciudad, la octava de Galicia y limítrofe con Ferrol. Sin competencia en entretenimiento, cientos de personas siguieron desde ventanas y balcones un recorrido de veinte kilómetros de alegría y diversión. Patrullas, coches motobomba y hasta varios vehículos escalera amenizaron la tarde de un sábado distinto, en la que los efectivos de emergencias hicieron alguna parada para aplaudir a los espectadores y agradecerles el esfuerzo de permanecer en sus casas.

Pero la diversión no empañó la lucha contra la epidemia. Y en la misma jornada que los cuerpos de seguridad alegraban la tarde a los más pequeños, el Concello seguía plantando batalla al coronavirus en la calle, incorporando un segundo tractor con atomizador para desinfectar las calles, que comenzará a funcionar hoy.

Un hombre de 101 años recibe el alta en Italia tras estar una semana en el hospital

Se llama Sr. P, y es de Rímini, muy cerca de San Marino, una zona especialmente castigada por la epidemia. Pero su historia acaba bien, es de las que anima a la esperanza, porque a pesar de tener 101 años, ha superado la infección por coronavirus y ahora se recupera en su casa.

El Sr. P. rompe la letanía de muertes entre los mayores, y recuerda a todos que el coronavirus a partir de una edad no es una sentencia. No es el único caso de superabuelo que se recupera tras la neumonía, pero sí es cierto que su edad resulta llamativa. De hecho, como curiosidad hay que destacar que nació el año en que la llamada gripe española asoló todo el mundo, con millones de muertes.

La historia de este Sr. P. la contó Gloria Lisi, teniente de alcalde de Rímini. «Con 101 años lo vio todo... guerra, hambre, dolor, progreso, crisis y resurrecciones. Una vez superada la barrera de los 100 años, el destino le ha presentado este nuevo desafío, invisible y terrible al mismo tiempo», comentó la vicealcaldesa.

El Sr. P. estuvo ingresado una semana en el hospital de Rímini y enseguida se convirtió en el «abuelo» de todos, sanitarios y pacientes. Los especialistas veían su caso con la lógica precaución dada la edad, pero él lo logró: «Una esperanza para el futuro de todos nosotros en el cuerpo de una persona de más de cien años», concluyó el teniente de alcalde, contenta de dar una buena noticia.

Farmacias y Guardia Civil se alían para ayudar si un enfermo no recoge medicinas

No hay muchas formas de saber si una persona mayor necesita ayuda, sobre todo si vive sola o se trata de gente sin familia directa. Esta población es la más vulnerable en pandemias como la actual y por eso la Guardia Civil colaborará con el Colegio Oficial de Farmacéuticos.

La idea es que cuando en la farmacia detecten que un enfermo crónico no acude a por su medicación, lo pongan en conocimiento de la Guardia Civil, sobre todo en las zonas rurales, donde a veces desplazarse de un sitio a otro es muy complicado.

Una vez alertado el instituto armado, pondrá en marcha todos los medios de que dispone para dar con esa persona y saber si tiene algún problema relacionado con el coronavirus -tanto de salud como por miedo a romper el confinamiento- y ayudarle.

Labor fundamental

Así lo anunció ayer al jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, el general José Manuel Santiago, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité de Gestión Técnica del Coronavirus. Entienden desde la Guardia Civil que las boticas son uno de los puntos más importantes de una comunidad, especialmente si está envejecida, y aunque Santiago elogió la labor que los farmacéuticos llevan a cabo, también reconoció que es mucho más difícil que puedan actuar en caso de que sospechen algún problema, y de ahí que necesiten a los agentes.