El Sergas cierra consultorios periféricos para concentrar la asistencia sanitaria

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

CEDIDA

La medida se ha aplicado en Rianxo y Boiro, y no se descarta en otros municipios

27 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado fin de semana trascendía que el Sergas estaba analizando distintas posibilidades para reorganizar la atención asistencial a los pacientes durante la crisis del coronavirus, y, entre esas medidas, se incluía el cierre de ciertos centros de salud para concentrar la actividad en los consultorios principales. En ese momento, la Consellería de Sanidade aseguraba que ese tipo de soluciones todavía estaban en estudio y que no había ninguna decisión tomada, sin embargo, en la comarca ya han cesado su actividad dos ambulatorios periféricos, el de Cabo de Cruz y el de Taragoña. Y no se descarta que esa medida pueda hacerse extensiva a otros municipios de la comarca.

De momento, desde el Sergas no confirman ni desmienten que haya habido movimientos en este sentido, sin embargo, tanto fuentes municipales como sanitarias corroboran el cierre de dispensarios. En el caso del consultorio de Taragoña, en sus instalaciones no se presta servicio desde el lunes, de manera que todos los pacientes deben pasar por el centro de salud principal del municipio, situado en la urbanización A Martela de la villa rianxeira.

Por su parte, el ambulatorio boirense de O Saltiño es ahora el único centro sanitario en funcionamiento en el municipio tras el cierre del dispensario de Cabo de Cruz. El médico que pasa consulta habitualmente en la casa del mar crucense se ha trasladado a O Saltiño y, con él, lo han hecho también sus pacientes.

Esta redistribución de los recursos tiene como objetivo concentrar los servicios, primero para garantizar la rotación de los profesionales y evitar los contagios y, por otro lado, porque en los consultorios periféricos como los que se han cerrado no cuentan con infraestructura para aislar a pacientes que lleguen con síntomas que hagan sospechar de una infección por coronavirus.

Una posibilidad

Hay otros municipios en el área barbanzana que cuentan con dispensarios de menor entidad que complementan el servicio que se presta en los centros de salud principales. Por el momento, siguen funcionando todos normalmente, pero no se descarta que llegue un momento en el que también tengan que cerrar.

Lo reconoce el alcalde de Porto do Son, Luis Oujo, que explica que están prevenidos para actuar en caso de que sea necesario clausurar temporalmente las instalaciones sanitarias de Xuño e incluso de Portosín. «Estamos en contacto tanto cos responsables dos centros de saúde como da xerencia para estar preparados en caso de que haxa que tomar medidas. Se se dá a circunstancia de que é preciso pechar os ambulatorios de Xuño e Portosín para centralizar os servizos no do Son e garantir unha boa asistencia, farase, pero se non é necesario seguirán abertos e funcionando normalmente», aclaró.

Por teléfono

En Carnota, tanto O Pindo como la casa del mar de Lira continúan abiertos, si bien en este último prácticamente todas las consultas médicas se realizan por vía telefónica, según explicó el alcalde, Juan Manuel Saborido.

En cuanto a Muros, además del centro de salud principal existe un ambulatorio en Esteiro que también sigue funcionando con normalidad: «De momento non hai ningún cambio previsto ao respecto», indicó la regidora, Inés Monteagudo.

 Las carpas de triaje comienzan a funcionar a las puertas de los centros de salud

En los últimos días, los vecinos que hayan tenido que acudir a centros de salud como los de Rianxo y Boiro se han encontrado a las puertas de estos inmuebles unas carpas. Estas estructuras tienen como objetivo actuar como filtro para detectar posibles casos de coronavirus antes de que los pacientes accedan al recinto sanitario.

Personal médico de la comarca explicó que lo que se hace en esas carpas es detectar posibles casos de COVID-19. Para ello, se pregunta a quienes acudan al ambulatorio por posibles síntomas o si han estado en contacto con alguna persona que haya dado positivo en el test de la enfermedad, con el fin de evitar que las personas que se sospeche que podrían estar contagiadas compartan instalaciones con el resto de usuarios. Estos pacientes son trasladados a una zona aislada del centro con el objetivo de minimizar el riesgo de contagios.

Esta medida se suma a otras, como la de administrar el Sintrom a los mayores que lo precisan en el exterior del centro de salud, sin necesidad de que deban acceder a la consulta.