El papa imparte la bendición Urbi et Orbi en una plaza de San Pedro vacía

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Bergoglio dijo que sanitarios, transportistas, limpiadoras o cajeras son ejemplo de valentía y generosidad

27 mar 2020 . Actualizado a las 20:34 h.

Bajo una lluvia incesante y en una plaza de San Pedro del Vaticano completamente vacía, el papa Francisco impartió este viernes la bendición «Urbi et Orbi». Imagen extraña en uno de los grandes puntos de concentración de turistas y fieles del mundo, que la Santa Sede ha ordenado mantener cerrado hasta el 3 de abril, al igual que la basílica del Vaticano, como medida de prevención por el coronavirus.

La bendición «Urbi et Orbi» se imparte habitualmente en tres ocasiones: cuando el papa es elegido sucesor de Pedro, el 25 de diciembre por Navidad y en Pascua. Pero también se ofrece en ocasiones muy puntuales, como gesto extraordinario. Así lo ha hecho ahora Bergoglio, ante la pandemia que se sufre a nivel mundial, proponiendo una cita de oración universal que los fieles han tenido que seguir, eso sí, por los medios de comunicación.

«Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos», ha dicho el papa al comenzar su homilía.

La ceremonia sin precedentes en el Vaticano comenzó a las 18.00 hora local (17.00 GMT), cuando el papa se dirigió en silencio desde las escaleras de la plaza vaticana hacia el sagrado, donde ofreció una homilía.

En ella, Francisco dedicó unas palabras a los «médicos, enfermeros, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas» y a todos aquellos «que comprendieron que nadie se salva solo».

De ellos dijo que son ejemplo de valentía y generosidad porque «ante el miedo, han reaccionado dando la propia vida». E invitó a toda la humanidad a reflexionar en medio de esta crisis sobre la importancia de la fraternidad y de la solidaridad, frente al individualismo y el egoísmo.

Opinó que las personas han avanzado durante años sintiéndose «fuertes y capaces de todo, codiciosos de ganancias», dormidas «ante guerras e injusticias», sin escuchar a los pobres y los enfermos, y pensando en que estaban «siempre sanos en un mundo enfermo».

Recientemente, el papa Francisco estableció un decreto por el que ha otorgado indulgencias a todos los enfermos con coronavirus, a sus familiares, a quienes les cuidan y a todo el que reza «para pedir el cese de esta pandemia, el alivio de los que sufren y la salvación eterna de los fallecidos».

Cambio histórico en el Via Crucis de Semana Santa

En cuanto a las próximas celebraciones de Semana Santa, estarán marcadas por la pandemia. Así, el papa rezará por primera vez en la historia el Viacrucis del Viernes Santo en la Plaza de San Pedro, en lugar de hacerlo desde el Coliseo.

Todas las celebraciones litúrgicas se desarrollarán por primera vez sin fieles y en lugares cerrados para evitar el avance del contagio. La Oficina de prensa de la Santa Sede ha informado del blindaje absoluto y ha especificado que los oficios de Semana Santa se celebrarán en el altar de la Cátedra de la basílica de San Pedro, y no bajo el baldaquino.