Guerra a la epidemia desde Abadín con una máquina de coser

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

SOCIEDAD

CEDIDA

Carmen Goás ha fabricado mascarillas en casa, utilizando sus conocimientos de confección

29 mar 2020 . Actualizado a las 21:24 h.

Las guerras se ganan también en la retaguardia. El personal sanitario acapara atención en la lucha contra la epidemia de coronavirus, y la sociedad ya alaba su entrega a fondo. Las fuerzas de seguridad y los empleados de muchos sectores garantizan que la sociedad siga funcionando pese a todo, y otras personas ponen un grano de arena para levantar un gran muro.

Carmen Goás lucha contra el coronavirus desde su casa, situada en la parroquia de Cabaneiro (Abadín). El estado de alarma la obligó a cerrar su tienda, situada en Vilalba, pero no la dejó inactiva. Cuando supo que las mascarillas eran una herramienta valiosa en estos tiempos, reaccionó con claridad. «Vounas facer», se dijo. Para ello no le importaba que la tienda estuviese cerrada, porque en su casa tiene el equipamiento necesario: por un lado, con una máquina de coser industrial y con sus conocimientos de confección se puso sin problema manos a la obra; por otro, el abastecimiento de materia prima está por ahora garantizado, puesto que emplea algodón procedente de un negocio anterior, que estaba situado en Muimenta.

Aunque trabajando en una habitación de su casa, el proceso de elaboración de Carmen Goás tiene algo de industrial. Del primer lote salieron 20, que, como ella explicaba ayer, fabricó primero por un lado y luego por otro antes de completar el proceso colocándoles una goma por detrás. Unos 20 minutos son tiempo suficiente para dejar lista cada pieza.

Ella parece poco interesada en colgarse medallas, pues destaca que la máquina con la que cose es buena y el trabajo le resulta más fácil. Tras contactar con la asociación de empresarios de Muimenta -que presidió hace años, cuando tenía negocio en la villa- y con la comisión de Moexmu, se acordó entregar a la Xunta el material confeccionado, y para ayer estaba prevista la recogida.

Mientras unos y otros siguen, con distintas tareas y diferentes competencias, la lucha contra el coronavirus, Carmen Goás continúa con ganas de seguir al pie del cañón, que en este caso es una máquina de coser y no bélica. Le queda algodón para más mascarillas y cuenta también con rollos de gomas en abundancia, así que no tiene dudas ni le flaquea la voluntad. Todo lo que se haga entre todos estos días resulta útil y necesario, afirma.

Con una tienda abierta en Vilalba, a Carmen Goás no se le pasaba por la cabeza que aprovecharía material de un negocio anterior para este fin solidario. «Para isto, foi unha sorpresa. Quen nolo diría hai un mes», comentaba ayer.