Tras ser rechazados en tres puertos, los cruceristas gallegos continúan atrapados en aguas internacionales

Noelia Silvosa
Noelia Silvosa REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Las viguesas Maite Fernández y Chus Gallego, en el Costa Pacífica
Las viguesas Maite Fernández y Chus Gallego, en el Costa Pacífica

Es allí donde aguardan que les confirmen de forma oficial si podrán regresar en avión a España

24 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El itinerario de los 180 cruceristas españoles del Costa Pacífica va camino de cobrar tintes novelescos. Al cierre de esta edición la embarcación se encontraba en las aguas de la región italiana de Civitavecchia, y los pasajeros, narraba la viguesa Maite Fernández desde dentro, continuaban esperando información oficial: «Nos dijeron que están con los trámites para llevarnos en un vuelo directo a Barcelona, pero oficialmente no tenemos confirmación», indicaba.

Esta es ya la cuarta parada que hace el crucero, en el que viajan más de tres mil personas de diferentes nacionalidades, y la cuarta vez que los pasajeros españoles intentan tomar tierra. Antes ya fueron rechazados en los puertos de Tenerife, Marsella y Génova. No así viajeros de otros países, que han ido desembarcando escalonadamente.

El crucero, que prometía un apetecible viaje para cruzar el Atlántico, partió el 3 de marzo de Buenos Aires. Desde allí se dirigirían a Brasil, Tenerife, Lanzarote, Málaga y Barcelona. «Salimos de Brasil rumbo a Tenerife y, a mitad del Atlántico, empezaron los problemas en España. Nosotros llamamos a la agencia y nos prepararon unos vuelos desde Tenerife, para que solo tuviésemos que bajar del barco e irnos directos al aeropuerto. Pero el domingo, llegando ya a la isla, nos comunicaron que los puertos españoles estaban cerrados y ya no nos dejaron entrar», cuenta Maite, que lleva desde entonces vagando por el océano junto al resto de españoles y aguardando a poder salir de la embarcación para volver a casa.

Después llegarían los intentos infructuosos por desembarcar para poder tomar un autobús rumbo a España en Marsella, y después en Génova. Fue ayer cuando se dirigieron a Civitavecchia, donde esperan que por fin se resuelva el asunto. A pesar de la incertidumbre que están viviendo, la viguesa asegura que «la gente, en general, está tranquila», y añade que Costa Cruceros se hace cargo de los gastos derivados de la prolongación de su estancia.