«Tolerancia cero» también en A Mariña contra quien se salte el confinamiento

s. serantes VIVEIRO / LA VOZ

SOCIEDAD

Policía Local, Guardia Civil y Policía Nacional controlan en Viveiro que conductores y viandantes cumplan el confinamiento contra el coronavirus
Policía Local, Guardia Civil y Policía Nacional controlan en Viveiro que conductores y viandantes cumplan el confinamiento contra el coronavirus Xaime Ramallal

La mayoría lo respeta, pero a diario hay identificaciones y cada vez más denuncias

23 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Corrieron como la pólvora por las redes sociales vídeos de un enfrentamiento y de una detención practicada por la Guardia Civil en la tarde del sábado, en Viveiro. Sucedió justo el día en el que mandos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil proclamaron la intención de aplicar la «tolerancia cero» contra quienes se saltan el confinamiento. Esas mismas directrices han sido transmitidas a la Policía Local. Oficialmente no han trascendido ni ese incidente ni otros no confirmados por autoridades pero relatados por vecinos en A Mariña. Son excepciones a la tónica general en la comarca, donde la inmensa mayoría de la población acata las restricciones.

Aun así, a diario se suceden en la comarca identificaciones de viandantes y de conductores que circulan por vías públicas, algunos por motivos justificados y otros no. A los segundos, calificados por las autoridades de «insolidarios» porque al no respetar la cuarentena ponen en riesgo su propia salud y la de los demás, las fuerzas de seguridad comenzaron avisándolos, continuaron reprendiéndolos y, a algunos, denunciándolos por desobediencia e incluso deteniéndolos. En los dos últimos casos, la Ley prevé multas y medidas legales más severas.

Las restricciones al movimiento decretadas por el estado de alarma se prolongará hasta el 11 de abril, en principio. Por tanto, solo se podrá permanecer en espacios públicos para ir a trabajar, atender familiares, adquirir alimentos u otros productos de primera necesidad, así como para ir a estancos, cajeros automáticos, farmacias o centros sanitarios. Además de identificarlos, las fuerzas de seguridad pueden comprobar si son verdad los motivos que aleguen los ciudadanos.

La picaresca con los paseos de perros o las compras ya no cuela, el control se extrema

«Nunca tanto nin tan ben paseados estuveron os cans», comentaban dos mujeres de edad avanzada al ver por su barrio periférico de Viveiro a personas caminando con sus mascotas. Un ejemplo de la picaresca para airearse durante los primeros días de movilidad restringida en la guerra contra el coronavirus. Ahora ya no cuela, porque las fuerzas de seguridad, cumpliendo las órdenes recibidas, han extremado el control y también paran a quienes sacan a la calle a los perros, recordándoles que deben hacerlo cerca de sus domicilios y por un tiempo determinado. Después de informarlos, si vuelven a pillarlos, se arriesgan a una denuncia y a una multa.

Porque solo reduciendo los contactos sociales a lo imprescindible, las autoridades insisten en que las compras permitidas deben hacerse en los establecimientos más próximos a sus domicilios. Un supermercado de Viveiro llamaba a sus clientes a tener precaución para no ir de cada poco, porque la policía podría controlarlos y actuar contra ellos. Viajar más de una persona en un vehículo particular sin causa justificada también puede acarrear multas.