José Manuel Pan
«Minimizar los efectos de la desinformación». Fue una de las primeras órdenes del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a los miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional y de las policías autonómicas y locales de toda España al declararse el estado de alarma. Eso indica la preocupación que suponen los bulos en tiempos de crisis. «La desinformación también mata», explican fuentes de Interior.
El ministro ordenó que se extreme la vigilancia y la monitorización de las redes sociales y las páginas web «que difundan informaciones falsas orientadas a incrementar el estrés social». No le falta razón, porque son muchos los bulos que están confundiendo a los ciudadanos en estos duros momentos, con mensajes que aumentan el miedo y la preocupación social. Pero no solo eso. Los delincuentes aprovechan estos momentos para aprovecharse de la debilidad de las personas, en especial de las de edad avanzada.