Las buenas noticias de la epidemia | Más de 1.200 españoles atrapados en el extranjero regresan a sus casas
SOCIEDAD
Entre los repatriados hay tres voluntarias gallegas que participaban en una campaña sanitaria en Ecuador
24 mar 2020 . Actualizado a las 13:53 h.Cuando la expansión del coronavirus paralizó de golpe las conexiones aéreas de medio planeta, cientos de españoles se quedaron atrapados al otro lado de la aduana. Con los vuelos cancelados, las fronteras cerradas y los confinamientos colectivos establecidos para frenar la propagación de la epidemia, estos viajeros lanzaron a través de las redes una petición de auxilio para volver a casa. La red de 215 embajadas puso sus engranajes en marcha y ha logrado traer de vuelta a más de 1.200 personas, según explicaron este lunes desde el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Durante el fin de semana, aterrizaron vuelos con turistas y voluntarios procedentes de Cabo Verde, Túnez, Gambia, Sudán, Santo Domingo o Argelia. A Barajas llegaron este lunes dos aviones procedentes de Buenos Aires, con 270 pasajeros, y de Quito, con 359 viajeros que llevaban varios días tratando de salir de Ecuador.
Tres voluntarias gallegas
Entre los retornados desde Quito, hay tres voluntarias gallegas de la Asociación Internacional de Sanitarios en España, que el jueves alertaron al Gobierno de la situación en la que se encontraban después de que la alcaldesa de Guayaquil prohibiese aterrizar el avión de Iberia en el que tenían previsto regresar en un principio a España.
Este grupo de voluntarios estaban colaborando en una campaña de la asociación en varias localidades de la Amazonia ecuatoriana cuando los sorprendió la declaración del estado de excepción en Ecuador.
El Ministerio de Exteriores tiene prevista para este martes la llegada España de otro vuelo desde Senegal con más de 200 personas y de un ferri que zarpó de Italia.
Los sanitarios celebran el alta del primer paciente en Ifema
El recinto ferial madrileño ya acoge a 200 enfermos
El hospital de campaña montado en tiempo récord en el recinto ferial de Ifema, en Madrid, acaba de empezar a funcionar. Este lunes se esperaba que sumase sus primeros doscientos ingresos. Y, aunque apenas ha empezado a funcionar ya tiene algún motivo de celebración.
Los sanitarios destinados a este espacio, que puede albergar hasta 5.500 camas, festejaron este lunes, aunque fuese tímidamente por las circunstancias, que se ha dado el alta al primer paciente con coronavirus atendido en este recinto provisional.
Se trata de uno de los primeros 127 enfermos ingresados en este hospital de campaña, en el que este lunes ya había 200 pacientes, cifra que este martes se prevé ampliar hasta 300.
Impresoras 3D para fabricar respiradores «de batalla»
La Zona Franca de Barcelona diseña alternativas para la ventilación mecánica en las ucis
El lenguaje bélico parece adueñarse de las crónicas sobre la pandemia. Ni siquiera la técnica se libra de este otro contagio masivo. Este lunes se presentaron en Barcelona unos prototipos de respiradores fabricados con impresoras 3D. Son piezas económicas, diseñadas para obtener una alternativa rápida y asequible a la alta tecnología que se emplea habitualmente en las unidades de cuidados intensivos, y el delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca, Pere Navarro, recurrió de nuevo al ardor guerrero para describirlos. «Son de batalla», glosó.
Los artilugios permitirán ganar algo de tiempo a las ucis, donde este material ya empieza a escasear ante la avalancha de pacientes, para ofrecer ventilación mecánica hasta que se disponga de la tecnología convencional.
La Zona Franca, explicó este lunes Navarro, se encuentra a la espera de que la Agencia Española del Medicamento otorgue el visto bueno definitivo al diseño para poner en marcha la fabricación y la logística para la posterior distribución de los respiradores en los centros hospitalarios que los precisen. Los responsables de la iniciativa estiman que se podrán producir 300 unidades a la semana.
Manuel Balcells, del centro tecnológico Leitat, avanzó a la agencia Efe que a mediados de esta semana estarán los primeros aparatos en los hospitales. «Es un respirador de campaña que nos permite mantener a los pacientes que lo necesiten durante tres o cuatro días. Después, una vez hemos salido del paso, los podemos reubicar», explicó Balcells, que insistió en que estos respiradores 3D «únicamente se deberían utilizar en situaciones excepcionales, de emergencia».
La Caixa pone en marcha un programa de apoyo
La iniciativa solidaria se desarrollará en 129 hospitales españoles
La Fundación La Caixa pone a disposición de los enfermos por coronavirus y sus familiares en toda España a los 230 profesionales (psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos y agentes pastorales) que desarrollan el programa para la atención integral a personas con enfermedades avanzadas, enmarcado en la estrategia de cuidados paliativos del Sistema Nacional de Salud.
El objetivo es que los profesionales del programa proporcionen a los afectados por el COVID-19 una atención emocional, social y espiritual, cálida y personalizada, que complemente la labor de las unidades médicas, y también ofrezcan atención al duelo en circunstancias extremas como las de los familiares de las víctimas de la pandemia.
Distribuidos en un una red de 43 equipos de atención psicosocial, los profesionales actuarán en las unidades del coronavirus de los 129 hospitales de toda España, y en las 133 unidades de apoyo domiciliario donde trabajan normalmente atendiendo a personas que se encuentran al final de la vida y a sus familiares.
El presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidro Fainé, señala: «Todos hemos de contribuir a paliar los efectos de la pandemia del coronavirus y a hacer más llevaderos sus efectos. La atención psicosocial de las personas afectadas por una situación tan desconocida y el apoyo, tanto a ellas como a sus familiares, pretende ser una semilla de esperanza consecuente con nuestra misión de ayudar a las personas más vulnerables en cada momento».
La evaluación científica del programa concluye que la atención psicosocial ofrecida responde a las necesidades y mejora en el 90 % los síntomas provocados por la enfermedad y que perjudican el estado anímico y psicológico de los enfermos atendidos. El estudio establece que el 92 % de las personas enfermas califican de excelente o muy buena la atención recibida.