La distribución alimentaria eleva la ocupación en el sector del transporte

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

SOCIEDAD

José Pardo

La patronal Ascentra afirma que el repunte en la actividad lleva a algunas firmas a contratar más vehículos

22 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis del coronavirus ha puesto patas arriba la actividad productiva y económica del país. Con la mayor parte de los sectores cerrados por la pandemia, hay otros que no dan abasto. Uno de ellos es el de la alimentación. Las colas en los supermercados y en las tiendas son una prueba evidente de este repunte, que ha traído consigo algunas derivadas, y un efecto multiplicador sobre otras actividades.

Así, uno de los profesionales que están experimentando también un repunte en la actividad son los transportistas dedicados al traslado de mercancías para el sector de la alimentación, tanto para personas como piensos para animales.

Lo confirma Antonio Señarís, presidente de la Asociación Coruñesa de Empresarios del Transporte (Ascentra), quien afirma que «incluso se ha incrementado la necesidad de contratar más camiones», con el objetivo de «cumplir con los abastecimientos a la población».

La patronal provincial cuenta con alrededor de 500 empresas, el 80 % de las cuales tienen su sede en la comarca ferrolana, explica Antonio Señarís.

Estabilizarse

Manuel Bouza, portavoz de los transportistas del carbón de la térmica de Endesa en As Pontes, también confirma que la actividad para los profesionales que se ocupan del transporte de los alimentos se elevó mayoritariamente durante los primeros días, tras el decreto del estado de alarma, aunque «ya se está estabilizando».

Mientras grandes firmas de transportes como TAT, ubicada en el polígono naronés de Río do Pozo, experimentan un alto trasiego en su actividad, otras sostienen, no obstante, que mantiene el ritmo habitual, como en Transportes Dopico.

Los camioneros del carbón están a punto de cumplir un año de parón

Si bien el sector del transporte está experimentando un repunte en cuanto a la distribución de los alimentos, hay un colectivo de camioneros que lo está pasando muy mal, pero no ahora, por la crisis del coronavirus, sino por la aceleración del proceso de descarbonización de la economía, y ese es el que se ocupa del traslado del carbón, desde el puerto exterior de Ferrol hasta la central térmica de As Pontes. Debido a la paralización de la planta -el aumento de los costes de producción la ha dejado fuera del mercado-, los transportistas vieron como desaparecía su sustento de un día para otro y, salvo contadas excepciones, apenas han trabajado desde el pasado abril, cuando empezaron a encadenarse las semanas sin que la chimenea de la térmica pontesa echase humo.

Así, están a punto de cumplir un año sin actividad. En septiembre del pasado año iniciaron encierros en los Concellos de As Pontes, Ferrol y Vilalba, que después de las Navidades solo centralizaron en la villa pontesa. No obstante, por la epidemia del coronavirus, los conductores levantaron la protesta.

Las pérdidas para este sector superan ya los 20 millones de euros, unos recursos que han dejado de invertirse en la comarca.

Reivindicaciones

Manuel Bouza, portavoz de los transportistas, anunció que, cuando la alarma desaparezca, retomarán las medidas de reivindicación, en defensa de que la térmica pontesa continúe operando.