La pandemia deja atrapados en un crucero a varios matrimonios gallegos

Tania Taboada LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

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«Estamos bien pero muy angustiados porque nadie nos informa y esto nos tiene muy preocupados. Desde la naviera no nos dicen absolutamente nada», denuncian

21 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cerca de 170 españoles permanecen atrapados a bordo del crucero Costa Pacífica. Entre los afectados se encuentran grupos de gallegos y varios matrimonios, como el formado por Manuel Justel y Celia Vázquez, dos vigueses jubilados. El viaje para ellos se inició en Buenos Aires y finalizaba hoy en Barcelona. Sin embargo, la pandemia truncó todos los planes. «Viajamos a Buenos Aires en avión y allí pasamos una semana. Para el regreso a España optamos por un crucero que nos dejaba en Barcelona. Desde Cataluña teníamos previsto coger otro medio de transporte para llegar a Vigo. Todo bien hasta el jueves, que llegamos a Tenerife, donde había que hacer escala y no se pudo hacer», indica el matrimonio, que explica que el crucero pasó de largo de los puertos de Tenerife, Lanzarote, Málaga y Barcelona.

Según relata la pareja, el jueves hicieron escala en Marsella pero solamente los viajeros franceses pudieron desembarcar. «Nos dijeron que el Gobierno no permitía desembarcar en Barcelona y continuamos navegando hasta Marsella, donde supuestamente íbamos a bajar ayer y, de acuerdo con las autoridades francesas, arreglaríamos el regreso a España. Sin embargo, en la mañana de ayer empezaron a desembarcar los franceses, pero a nosotros no nos dejaron y a las 13.00 horas el barco zarpó sin destino», cuentan Manuel y Celia, que en la tarde de ayer se encontraban en alta mar con el resto de atrapados y sin saber a dónde se dirigían. «No sabemos a dónde nos llevan. Estamos en alta mar y los rumores son de que vamos a Génova», indicaban con mucha angustia.

Desinformados y sin rumbo

El matrimonio y el resto de cruceristas estaban indignados por la falta de información. «Estamos bien pero muy angustiados porque nadie nos informa y esto nos tiene muy preocupados. Desde la naviera no nos dicen absolutamente nada y desde emergencias consulares tampoco», denuncia el matrimonio vigués, que añade que prueba de esta indignación está reflejada en los motines que se están llevando a cabo en el barco. «Todo el mundo está indignado porque estamos en el medio del mar y sin rumbo», concluyen.