Un dueño de taller: «Hice un ERTE a mi empleada, pero ¿y yo? Dicen que somos una empresa de primera necesidad y no tenemos trabajo»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

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Óliver Holland abre todos los días su negocio pero no tiene clientela porque no hay coches por la calle

21 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Olíver Holland es el dueño del taller Estación Racing de la calle Zamora que, ante la falta de clientela, tuvo que tramitar un ERTE a su única empleada y a su propio negocio pero no ha salido adelante. «Hice un ERTE a mi empleada, pero ¿y yo? ¿qué pasa conmigo?», se pregunta este autónomo mientras baja la verja de su establecimiento para ir a comer tras un día sin clientes.

El mecánico sigue abriendo su negocio porque, al estar relacionado con el transporte, ha sido calificado por el Gobierno como un servicio esencial. Intentó acogerse a una regulación temporal de empleo para su negocio pero no es posible. «No nos quieren hacer el ERTE porque dicen que somos una empresa de primera necesidad, pero en una sociedad en la que todo el mundo está oculto, no tenemos trabajo. Cero trabajo ya», lamenta el dueño del taller.

La situación paralizante le preocupa. «Prácticamente, estamos parados, yo estoy viniendo para abrir el local, para tener presencia pero no estoy haciendo nada, cero dinero se está haciendo, todo pérdida se está teniendo», explica.

Dado que ahora el sector del transporte también es importante, cabría la posibilidad de que los dueños de camiones y furgonetas acudiesen a hacer revisiones o solicitar piezas de recambio. Pero él lo descarta: «Los camiones es otra cosa, este es un taller de coches y aquí no entran camiones, los habrá que sí pero este no», .

Además ve otro factor: «Tenemos las problemática de que las casas de recambio no están prestando mucho el servicio».

Su esperanza es que le lleguen encargos de las furgonetas de los repartidores que ahora están atendiendo las demandas de pedidos a domicilio y paquetería. «Vamos a ver su las furgonetas de reparto, vamos a esperar si nos cae algo, por lo menos, y unos dan trabajo ellos. Al momento de pararse todo, también van a perder ellos, esto es como una cadena y estamos perdiendo todos», añade.

«A ver si nos dan ya el ERTE y tiramos para adelante, a ver si salimos ya de esto», finaliza este autónomo.

La calle Zamora está integrada en un barrio tradicional que conserva abiertos muchos pequeños negocios de ultramarinos, quioscos, carnicerías, copisterías y otras tiendas encuadradas dentro de la primera necesidad.