—¿Y tienen algún tipo de necesidad de otro tipo?
—Este tipo de circunstancias despiertan la solidaridad de la gente. Este lunes, el restaurante La Penela nos donó alimentos, porque no pueden abrir al público. Y una residencia del Portazgo nos donó ropa de hombre. Estamos viviendo un pico de solidaridad. Estamos pendientes unos de otros, es lo bonito que podemos sacar de todo esto.