«Sen clientes, eu xa debería ter pechado»

SOCIEDAD

E. V. P.

La Federación de Comercio de Vigo pide al Concello ayuda para salvar a las pequeñas tiendas

18 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Mazazo del coronavirus a los comerciantes del Vello. Los bares y restaurantes del barrio histórico tienen las persianas bajadas desde que entró en vigor el estado de alarma aunque algunos aún consiguen, de estranjis, un café para llevar. Un cierre que ha arrastrado al mercado de O Berbés. A media mañana, se ven caras largas. Solo tres clientas hacen cola, a un metro de distancia, en un puesto de pescado fresco. Las cajas con nécoras siguen a rebosar. Una pescantina comenta: «La situación está muy mal, ya ves la gente que hay».

Algunos vendedores del mercado se plantean cerrar sus puestos. «Sen clientes, eu xa debería ter pechado, pero non podo», explica el vendedor Jesús Rioboo, El Concello les clasificó como un servicio básico. «Dixeron que se puideramos que estivésemos abertos pero non sei cómo imos facer porque cada día que pasa estou perdendo moitos cartos».

La razón del desplome de las ventas es que este mercado trabaja con la restauración. «Os restaurantes están pechados e ¿quén vai vir comprar marisco ou peixes grandes? Nós estamos abertos pero para min é unha perda grandísima, para min e para todos. Nós e os barcos dependemos do consumo da restauración, que non compran moito e agora menos. E agora, ¿de que vivimos?, porque eu teño tres empregados», añade el vendedor.

El comerciante añade que los barcos del puerto de O Berbés salen a faenar pero «algúns si e outros non, dan abasto pero se traen moita mercancía logo empezan a tirar do prezo. O que están facendo é traballando algúns si e outros no, para que?».

Otros mercados, como el de O Progreso, seguían activos ayer por la mañana pero con menor afluencia de público. Una cinta roja y blanca delimitaba a un metro de distancia cada puesto.

En este sentido, la Federación de Comercio de Vigo (Fecovi) trasladó al Concello su «enorme preocupación por el impacto económico y social que está provocando en la salud del pequeño comercio vigués». Creen que irá a más y piden ayudas como supresión o aplazamiento de pagos de IBI, suministro de agua o recogida de basura. Proponen una campaña para fomentar el consumo y que el Concello medie para lograr ayudas.

En la calle Real, el cartero José Luis entrega un paquete de Correos a media mañana. Lo hace guardando hasta tres metros de distancia del portal de una vecina, Luego, le timbró a su piso, la mujer salió a la ventana y bajó a recogerlo mientras el cartero se alejaba al otro extremo de la calle. La destinataria retiró la entrega y se encerró.

El cartero José Luis señalaba por la mañana que tras el estado de alarma por el coronavirus están «recibiendo algún pedido más, hay gente que está en casa y envía más». Y recalcaba que «para estar en cuarentena tenemos muchos más pedidos». «Siguen llegando paquetes de China», afirmó. Poco después, Correos anunció que restringirá las entregas pero garantizará la prestación del servicio postal universal como tiene encomendado en exclusiva. Sus oficinas cerrarán tardes y sábados.