Un camionero que cubre la ruta Galicia-Madrid: «No habrá falta de nada, hay toneladas de todo»

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

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Luis González afirma que las plataformas de mercancía están repletas de producto

19 mar 2020 . Actualizado a las 17:29 h.

El ribeirense Luis González llegó lunes a Madrid. Camionero desde hace 15 años, viajó a la capital cargado de pescado procedente de las lonjas gallegas. Su último destino, Azuqueca de Henares, en Guadalajara. Allí, su producto se repartirá entre los diferentes comercios madrileños. A pesar de adentrarse en la zona cero del COVID-19, asume con estoicismo el papel que le ha tocado protagonizar: «Todo tiene un riesgo, pero no podemos dejar a la gente sin comida».

Confiesa que su empresa, radicada en Porriño, ha tomado medidas de seguridad para minimizar el peligro. Él cuenta con mascarilla, guantes de látex y desinfectante. Sabe que puede que no sea suficiente, pero repite que «todo tiene un riesgo. Cuando vas conduciendo en coche también lo corres. Si tienes un accidente grave, el cinturón es difícil que te salve la vida». Como un mantra, recuerda una máxima que ha convertido al gremio de transportistas en imprescindible en un momento de crisis como el que vive el país: «Alguien tiene que hacerlo».

Reconoce que la situación en la meseta se ha desmadrado: «Madrid es un caos, pero no porque falte producto. Es por culpa de la gente, que se ha vuelto loca». Explica que las plataformas alimentarias tienen producto almacenado en naves, suficiente para afrontar la situación sin problema, pero «no dan abasto porque la gente se ha vuelto loca con tanta compra masiva. De donde vengo de cargar, lo normal es que salgan 100 camiones. Hoy pasan de 300 para abastecer los supermercados que han quedado vacíos por esta histeria colectiva».

En su caso, una vez entregado el pescado, llenó el camión con productos como papel higiénico, suavizante, cervezas o azúcar, y que tienen como destino Galicia: «España está llena de mercancía. Si alguno de los que compró tanto papel higiénico viera las toneladas que hay en las naves se quedaría asustado. No habrá falta de nada, hay toneladas de todo, pero se compra a tal velocidad que no da tiempo a los camiones a mover el producto».

González explica que, en su caso, tarda una media de ocho horas en llevar la mercancía a Galicia, de ahí los estantes vacíos: «Una amiga que trabaja en un supermercado de Ribeira me comentó que abrieron a las nueve y media y a las diez ya faltaban cosas. La gente cree que se acaba el mundo y no es así».

Seguridad

Aunque la semana pasada ya estuvo tres veces en Madrid, reconoce que las medidas de seguridad se han ido extremando: «Había gente con guantes y mascarillas, pero no todos». Confiesa que tiene respeto a la enfermedad, pero no miedo: «Nosotros en teoría no somos un colectivo de riesgo. Si cojo el virus tendré que ponerme en cuarentena, pero si no viniera a trabajar, ¿quién traería el producto?».

Destaca que al llegar al polígono industrial de Guadalajara le tomaron la temperatura para evitar riesgos, pero afirma que más que al coronavirus le teme a la «histeria colectiva. Ese es el problema que hace que se colapse todo».

Incide que sobre todo en las superficies comerciales y naves donde ha estado trabajando ha tenido «esperar para cargar el camión porque estaban preparando los pedidos, tienen tantos que no les da tiempo. Incluso han tenido que mover a personas para poder dar abasto. De Madrid sale más del 70 % de la alimentación que va para toda España».

Sin vehículos

Donde sí encontró calma fue en la autopista hacia Madrid: «Prácticamente el 100% de los conductores que me encontré eran de vehículos pesados». González aprovecha la ocasión para reivindicar el trabajo de los transportistas, que saben que estas semanas les tocará trabajar a destajo: «A ver si ahora se ve la importancia de nuestro sector».

De nuevo en el camión, ya en la carretera de vuelta hacia Galicia, incide en la importancia de que toda la sociedad se conciencie y que dejen de consumir alocadamente: «La gente no da abasto para poner la mercancía en marcha. Es normal que la gente no sepa cómo funcionan estos temas, pero que no se preocupen. Los supermercados abren todos los días de la semana y los camiones con mercancía seguirán llegando». El suyo, lo hice ayer, preparado para rellenar los estantes de los comercios gallegos.