Murcia ordena el confinamiento de 376.000 personas de los municipios costeros ante la llegada de gente de Madrid

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Marcial Guillén | Efe

En Valencia, el presidente de Las Cortes valencianas también les culpa de «estar exportando el virus por las localidades costeras» y ha instado a cerrar la comunidad madrileña

13 mar 2020 . Actualizado a las 19:10 h.

El Gobierno de Murcia ha decretado el confinamiento en el litoral de la comunidad, una medida drástica que afecta a una población de 376.000 personas de los municipios de Cartagena, San Javier, San Pedro del Pinatar, Los Alcázares, La Unión, Mazarrón y Águilas, en los que no habrá «libertad de movimiento» y se cerrarán todos los negocios a excepción de comercios de alimentación y farmacias.

El presidente de la comunidad autónoma, Fernando López Miras, ha convocado una rueda de prensa de urgencia para anunciar esa medida que, según ha dicho, se ha visto obligado a tomar por la «irresponsabilidad» del gran número de personas procedentes de la Comunidad de Madrid que se han tomado la cuarentena como unas «vacaciones».

Además, ha advertido de que las medidas se podrían ampliar a otras zonas de la Región si continúan las actitudes irresponsables y no se cumple con las recomendaciones de mantenerse aislados y evitar las salidas que no sean fundamentales.

Solo se podrá entrar y salir en los municipios afectados por la medida por motivos laborales o sanitarios y, dentro de esas localidades, los desplazamientos se limitarán a la compra de alimentos o medicamentos o a recibir atención sanitaria.

Los establecimientos que no vendan alimentos o fármacos se cerrarán al público y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado establecerán controles para asegurar el cumplimiento de la medida, que entrará en vigor hoy mismo, con la publicación de un decreto que está ultimando el ejecutivo autonómico.

Los alcaldes de los municipios afectados, así como la Delegación del Gobierno en Murcia han sido ya avisados. Visiblemente enfadado, el presidente ha insistido en que «no todos han demostrado una conducta sensata y responsable», por tanto, «lo que eran llamadas al sentido común y a la responsabilidad ahora se tienen que convertir en medidas mas drásticas».

Se ha referido directamente a los centenares de madrileños que tienen una segunda residencia en los municipios costeros y que se han desplazado hasta aquí, y ha señalado el caso de un hombre de 88 años que ya había desarrollado la enfermedad y aun así se desplazó a la región en tren y actualmente está ingresado en la UCI del hospital Los Arcos. «La imagen es lamentable e irresponsable, no puede ser permitido», ha dicho.

Enfado en el resto de comunidades

Los visitantes madrileños empiezan a ser vistos en otros puntos de España con recelo e incluso con cierta hostilidad por el efecto que sus desplazamientos puedan tener en la propagación del coronavirus, y hay muchos que alzan la voz para pedir que se vuelvan a casa o que cierren la Comunidad de Madrid.

Uno de los más duros ha sido el presidente de Las Cortes valencianas, Enric Morera, quien les culpa de estar «exportando el virus» por su llegada a las localidades costeras, donde hay muchos que tienen casa de veraneo, y ha instado a cerrar la comunidad madrileña.

Sin señalar directamente a Madrid, la presidenta balear, Francina Armengol, también ve recomendable que no visiten las islas personas procedentes de lugares donde hay muchos infectados y por eso mañana, según informa Efe, durante la Conferencia de presidentes telemática pedirá a Pedro Sánchez que sea estricto con las llegadas a Baleares, aunque es probable que el Ejecutivo adopte medidas restrictivas en ese sentido al amparo de la declaración del estado de alarma.

También desde Castilla La Mancha se ha pedido a los madrileños que «extremen la prudencia y la precaución» tras constatar que están viniendo «en masa» a muchos pueblos pequeños. «Esto no son quince días de vacaciones para nadie, ni para los que vienen de Madrid», ha recalcado la portavoz del Gobierno autonómico, Blanca Fernández.

Varios ediles de la provincia de Zamora, con una población muy envejecida, están alarmados por el regreso en las últimas horas de oriundos de estas localidades que emigraron a Madrid y han llamado a la responsabilidad de estos.

«No son unas vacaciones», y es de conciencia y de lógica que los quince días de paralización de servicios se pasen en el domicilio propio y no en los pueblos, ha afirmado la alcaldesa de San Vitero, Vanesa Mezquita.

El País Vasco, otro destino turístico, pero en este caso el segundo foco del COVID-19, no teme llegadas masivas de visitantes en ninguna de las tres provincias porque lo que se está produciendo son cancelaciones de viajes y reservas hoteleras y, «en todo caso, el flujo sería de salida», han apuntado sus autoridades.

También los municipios turísticos de la costa de Cádiz han comenzado a notar la llegada de personas y familias especialmente de Madrid, que han decidido trasladarse a sus casas de veraneo en estas localidades para pasar la cuarentena o alejarse de focos de contagio del coronavirus. El Puerto de Santa María, Chipiona, Chiclana de la Frontera o Conil de la Frontera son algunos de estos municipios de la costa de Cádiz en los que muchos residentes de fuera de la provincia y de la comunidad tienen una segunda vivienda para pasar sus vacaciones.

Los ayuntamientos gaditanos afectados no han tomado ninguna medida especial de momento, salvo hacer extensible las recomendaciones generales a todos los vecinos. «No son dos semanas de vacaciones», ha alertado este viernes Juan Bermúdez el alcalde de Conil a la población de la localidad, los residentes permanentes y los temporales, insistiendo en que hay que evitar «el contacto» y la asistencia a zonas de ocio y guardar todas las medidas sanitarias que han sido recomendadas para afrontar el coronavirus.