Dos turistas monfortinas, atrapadas en Malta por la cancelación de los vuelos con España

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE

SOCIEDAD

Julio de la Torre y las monfortinas Lourdes Álvarez y Mónica Jacobo, este viernes en Malta
Julio de la Torre y las monfortinas Lourdes Álvarez y Mónica Jacobo, este viernes en Malta CEDIDA

Mónica Jacobo y Lourdes Álvarez tenían que volver mañana de sus vacaciones, pero no van a poder. Em la isla hay cientos de personas en su misma situación

13 mar 2020 . Actualizado a las 19:55 h.

Numerosos turistas gallegos de viaje en Malta están atrapados en esa isla a la espera de que se fleten vuelos charter para repatriarlos. El Gobierno maltés decidió ampliar esta semana las cancelaciones de vuelos ya cigentes con Italia a cuatro países europeos más, entre ellos españa. Entre los centenares de afectados por esta situación hay al menos dos vecinas de Monforte. "Nuestras vacaciones en Malta se terminaban el sábado -cuenta una de ellas, Mónica Jacobo-, pero ahora no sabemos cuándo podremos volver".

Malta había suspendido el martes todos los vuelos y conexiones en barco desde y hacia Italia para evitar la expansión del coronavirus en la isla. Las autoridades sanitarias de ese país habían detectado hasta ese momento seis casos de esa enfermedad, todos relacionados de alguna manera con Italia. Pero al día siguiente las restricciones se ampliaron. Desde el miércoles, Malta suspendía indefinidamente todas las conexiones aéreas en ambos sentidos también con España, Francia, Alemania y Suiza.

Las monfortinas Mónica Jacobo y Lourdes Álvarez y su amigo de Toledo Julio de la Torre llegaron a Malta el martes, en un vuelo directo desde el aeropuerto de Santiago con vuelta prevista para este sábado. El suyo era uno de los últimos vuelos permitidos, pero eso en aquel momento no lo sabía nadie. No había entonces ninguna restricción para viajar desde España a aquel país, ni ninguna advertencia oficial sobre la posibilidad de que la vuelta se pudiese complicar. Fue el miércoles cuando se dieron cuenta de que algo pasaba. Ese día intentaron obtener las tarjetas de embarque para el vuelo de regreso, pero no pudieron completar la operación. "Nos llegó por correo electrónico -explica Mónica Jacobo- un aviso de que el vuelo estaba cancelado y la compañía nos daba a elegir entre trasladarlo de fecha o cancelarlo y devolvernos el dinero".

En aquel momento pensaron que se trataba de una decisión de Ryanair, la compañía aérea con la que habían contratado el viaje, pero al día siguiente se encontraron casualmente con una española residente en Malta que les contó que se trataba de una decisión del Gobierno de aquel país. Después de eso se pusieron en contacto por correo electrónico con la embajada española en La Valetta, desde donde les pidieron sus datos personales y les explicaron que Malta fletaría aviones para repatriar a los turistas extranjeros que se habían quedado atrapados en el país.

Este viernes por la mañana seguían a la espera de noticias, porque en la embajada no saben cuándo saldrá ese vuelo charter de regreso a España. "Dicen que hay mucha gente pendiente como nosotros, que tienen quinientas solicitudes de vuelta", asegura Mónica Jacobo.

Los tres integrantes de este grupo de turistas trabajan y habían pedido vacaciones para poder hacer este viaje. Mónica Jacobo es enfermera y le tocaba reincorporarse este domingo a su puesto en el Hospital Comarcal de Monforte. "El turno del domingo ya lo cambié con otra compañera, pero más allá de ese día no voy a poder solucionarlo de esta forma", se lamenta. Lourdes Álvarez es copropietaria junto con otros familiares suyos de un negocio de hostelería. Julio de la Torre es el que menos problemas tiene de los tres con esta prolongación forzosa de sus vacaciones, porque su trabajo es la gestión de un videojuego para dispositivos móviles y lo fundamental puede hacerlo desde su propio teléfono.

Los tres están alojados en un apartamento turístico que reservaron a través de Booking. Ya se han puesto en contacto con el propietario para explicarle cuál es el problema. El apartamento no tenía reservas para los días inmediatamente posteriores al sábado, así que por ahora tienen dónde quedarse. Mientras el problema se soluciona, ellos hacen vida normal, entre otros miles de turistas y locales. El ambiente en la isla es, aseguran, completamente normal, aunque con alguna salvedad. "La verdad -explica Mónica Jacobo- es que notamos que hay gente que nos mira un poco raro".