¿Cómo adaptar el sistema sanitario para evitar un posible colapso?

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

Suspender operaciones programadas y convertir las unidades de reanimación en UCI, claves para hacer frente a la sobrecarga

12 mar 2020 . Actualizado a las 17:26 h.

¿Qué debe hacer un sistema sanitario si se produce una sobrecarga asistencial por el coronavirus? Adaptar y priorizar. Así lo consideran los expertos, y de hecho en Italia y Madrid ya se están tomando estas medidas. «Se está haciendo una medicina claramente de pacientes graves, la patología banal no se atiende y se ha suspendido la actividad quirúrgica y de consultas externas, se dedican todos los esfuerzos a los pacientes más serios», explica Tato Vázquez Lima, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias en Galicia.

Hay tres áreas que van a sufrir esta sobrecarga: las urgencias, las plantas de medicina interna y neumología, y por supuesto las ucis, a donde van los pacientes más graves. ¿Cómo ampliarlas? En el caso de las plantas de hospitalización, habría que adaptar otras. Por ejemplo, la de trauma puede adaptarse a medicina interna de forma relativamente fácil. Si aumenta mucho la presión asistencial y se suspenden operaciones programadas, pueden aprovecharse estas camas para las urgencias del virus. 

En el caso de las ucis, explica Juan Gestal, profesor emérito de medicina preventiva en la USC, lo habitual es aprovechar la unidad de reanimación, ya que al posponerse cirugías no urgentes, ya no se precisa la reanimación posquirúrgica. Evidentemente, los espacios son finitos, pero ante una sobrecarga asistencial deben adaptarse a las necesidades. 

¿Y el personal, de dónde se saca?

Todos los hospitales tienen camas inoperativas de las que echar mano, reanimación puede utilizarse como uci, ya que todas sus camas cuentan con sistemas de ventilación mecánica invasiva y de monitorización pero, ¿y el personal? En este caso, explica Vázquez Lima, hay que priorizar. En uci se echaría mano de los facultativos de anestesia y reanimación, que pueden manejar a los pacientes en sus estadios iniciales. En planta, el personal de enfermería es esencial en los cuidados, por lo que si se suspenden cirugías de prioridad 2 y 3 y consultas externas no urgentes pueden reforzar estos servicios. Lo mismo ocurre con los médicos si se cancelan las agendas no urgentes, por lo que especialidades como medicina interna, neumología y geriatría podrían atender a los pacientes ingresados por Covid-19.

¿Y en urgencias?

En urgencias en caso de que la demanda supere la capacidad de los facultativos se dejaría a los pacientes graves respiratorios para el personal especializado de este servicio, mientras que otras emergencias pueden atenderlas otros especialistas, la urgencia de trauma los traumatólogos, por ejemplo. 

El quid de la cuestión es cómo va a crecer la curva de los contagios, «hay que lograr que se aplane y evitar que se dispare», explica Gestal Otero. Por eso, insiste este experto en medicina preventiva, es imprescindible cumplir las normas de aislamiento social que recomiendan o imponen los gobiernos

¿Cuántos llegarán al hospital?

El porcentaje de pacientes contagiados que llegan al hospital es bajo, pero la cifra varía significativamente en función de los números absolutos. Un 81 % de los enfermos de Covid-19 son leves y pueden quedarse en casa. Otro 14 o 15 % sufren neumonía vírica, más complicada que la bacteriana porque no puede atacarse con antibióticos, pero pueden estar en planta, salvo que necesiten ventilación mecánica. Hay otro o 4 o 5 % de los casos, los más problemáticos, a los que la enfermedad les causa una reacción de defensa exagerada que es contraproducente, con una respuesta inflamatoria que dificulta la ventilación. Son los que sufren insuficiencia respiratoria aguda. Deben estar en uci y entre el y el 1 y el 2 % fallece. Aunque los porcentajes se mantienen, la clave es sobre qué cifra total se calcula. De ahí que la contención siga siendo un objetivo esencial.