Estudiantes gallegos piden apoyo ciudadano para lanzar un globo que mida los rayos cósmicos

SOCIEDAD

Agencia Espacial Escolar Galega

Otro proyecto de mecenazgo de la Universidad de Santiago propone crear una red escolar para detectar radón en la comunidad

11 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los rayos cósmicos son partículas de alta energía, fundamentalmente protones, que llegan desde el espacio profundo a casi la velocidad de la luz. La ciencia utiliza sofisticados detectores que pueden instalarse en la superficie o en altura para tratar de localizarlos. «O problema é que cando un destes raios colisiona coa atmosfera crea unha fervenza de novas partículas e as que chegan a superficie son outras diferentes, coñecidas como muóns», explica el investigador Cibrán Santamarina del Instituto Gallego de Fisica de Altas Energías.

Estudiantes de la NOSA (Axencia Espacial Escolar Galega) colaboran con el centro de la Universidade de Santiago en el desarrollo de un globo estratosférico que permitiría ayudar a detectar estas particulas en su estado original. «A idea é que unha vez que o globo chega á estratosfera poida rexistrar cada partícula pero tamén medir a súa enerxía e polo tanto saber se se trata dun raio cósmico primario», apunta Santamarina.

El proyecto está pendiente de financiación para que pueda materializarse y la USC ha decidido darle un impulso poniendo en en marcha una campaña para recaudar fondos a través de su nuevo programa piloto de micromecenazgo Sumo Valor. «Calculamos que son necesarios uns 3.000 euros. As persoas interesadas en colaborar poden entrar na ligazón https://www.usc.gal/gl/micromecenado/proxectos/microdoazons.html e aportar os cartos ata o 31 de marzo», explica.

Si finalmente se consigue el apoyo económico, se diseña y se lanza este aparato pensado para operar a cuarenta grados bajo cero y almacenar los datos sería el primer detector autónomo de rayos cósmicos de ámbito educativo. «Podería exportarse o modelo ou incluso usarse como prácticas de laboratorio na facultade», reconoce. «Que unha institución coma a Universidade de Santiago considere o noso traballo para este proxecto ofrece unha mostra da importancia que ten o traballo que estamos a facer entre os docentes e os alumnos. Ademais é importante destacar que este tipo de iniciativas teñen un valor engadido moi importante na labor educativa. Eu o teño incorporado como unha parte máis da miña materia e aos rapaces lles entusiasma colaborar», confiesa Raquel Rendo, directora de la NOSA.

Mapa de radiación natural

Otro programa que trata de conectar la investigación universitaria con la curiosidad de un escolar es la creación de una red que mida la radiactividad que libera la superficie terrestre, cuya principal fuente es el radón, un gas con una elevada concentración en la comunidad gallega que se acumula en las casas y edificios antiguos o en aquellos que no están debidamente aislados. «Proponemos que los alumnos realicen un seguimiento de las dosis a las que están sometidos. Esto se realizaría mediante una serie de dosímetros, un detector que informa sobre la cantidad de radiación que se deposita sobre un determinado lugar. El punto original que tiene este proyecto es que los aparatos que queremos usar nos pueden proporcionar datos en breves lapsos de tiempo, de cada hora. El aparato se parece mucho a una chapa que tendrían que llevar encima los alumnos aproximadamente durante un período de dos semanas», apunta Dolores Cortina, responsable del proyecto Dramies (Dose de radiación ambiental en IES).

Esta iniciativa calcula que serán necesarios unos quince centros escolares y el mismo número de dosímetros. La cifra requerida para poder ejecutarlo asciende a unos 10.000 euros. «Los alumnos también aprenderán a hacer un tratamiento estadístico con la cantidad de datos que genere la investigación, algo que será muy útil para ellos en la sociedad en la que vivimos actualmente», reconoce Cortina.

Si el proyecto logra convertirse en realidad, Galicia contará con un grupo de jóvenes entusiastas que crearán un actualizado mapa de la radiación natural. «La información trascenderá al ámbito escolar y será útil en el campo de la investigación. Además, algo muy relevante de este programa pedagógico es que nos ayudará a conocer mejor la tecnología para detectar este tipo de radiación e incluso mejorarla. Una vez que compremos los aparatos podemos aprender con ellos y finalmente desarrollar nuestra propia tecnología», señala la investigadora del Instituto de la USC.