En Italia, a un metro de distancia por decreto ley

LA VOZ REDACCION

SOCIEDAD

MASSIMO PINCA | REUTERS

El Gobierno italiano divide el país en tres zonas de riesgo de coronavirus, cada una de ellas con sus respectivas recomendaciones

02 mar 2020 . Actualizado a las 15:39 h.

Los restaurantes, bares y pubs de las zonas italianas más afectadas por el coronavirus solo podrán abrir si sirven en las mesas y eliminan el servicio de barra. Además, deben garantizar que los clientes puedan mantener una distancia entre ellos de, al menos, un metro. 

Solo es una de las medidas que contiene el nuevo decreto aprobado por el Gobierno italiano que, además, prorroga al menos hasta el 8 de marzo el cierre de comercios, museos y escuelas en los once municipios más afectados por el coronavirus, en las regiones de Lombardía y Véneto.

El Ejecutivo italiano ha dividido al país en tres zonas: la roja, la más castigada y que comprende estos once municipios; la amarilla, que incluye el resto de localidades de Lombardía, Véneto y Emilia Romaña, tres regiones que son las que más casos acumulan, y finalmente el resto del territorio nacional, para el que se han dispuesto otras medidas.

Las autoridades mantienen aislada la «zona roja», en la que viven unas 50.000 personas, donde se prohíbe el acceso o la salida, siguen suspendidos eventos de cualquier tipo, las escuelas continuarán cerradas, igual que los museos, institutos culturales y comercios. La única excepción son las farmacias y las tiendas que venden comestibles. 

Las oficinas públicas y las demás empresas mantendrán interrumpida su habitual actividad, excepto aquellas que desarrollen una labor esencial y estrictamente necesaria, y el servicio de transportes no funcionará por el momento.

Al margen de este decreto ley, el consejero de Bienestar de Lombardía, Giulio Gallera,  lanzó esta mañana un llamamiento a los mayores de 65 años para que «en las próximas 2-3 semanas salgan lo menos posible».

El propio gobierno regional se va a hacer la prueba de detección después de que uno de sus miembros, el consejero de Desarrollo Económico, Alessandro Mattinzoli, haya dado positivo.

En la zona amarilla, sin embargo, se mantienen cancelados los eventos deportivos y el resto de competiciones que aglutinen masas de gente, pero se permite que estas se celebren a puerta cerrada.

La apertura de lugares de culto estará condicionada a la adopción de medidas de prevención para evitar aglomeraciones y los museos podrán abrir, siempre que garanticen que el número de personas que accede será limitado y dentro de unas cuotas. Las escuelas estarán cerradas.

Los bares y restaurantes podrán abrir siempre que atiendan a sus clientes en la mesa y no en la barra. Además, tienen que tener espacio suficiente para que puedan respetar entre ellos la distancia de un metro. También se impone una limitación para el acceso de familiares y visitantes a los hospitales.

En el resto del país se exigirá que los edificios de la administración pública y el resto de locales abiertos al público dispongan de soluciones desinfectantes para la higiene de las manos; los alcaldes promoverán la difusión de información en locales comerciales y las empresas de transporte público adoptarán iniciativas extraordinarias para prevenir la propagación del COVID-19. En los procedimientos competitivos, se tomarán medidas para reducir los contactos entre los candidatos. Cualquier persona que haya regresado de China o de la zona roja italiana desde el 14 de febrero debe notificarlo a su autoridad sanitaria local. Se facilitan formas de teletrabajo. Todos los viajes educativos están suspendidos hasta el 15 de marzo.

Italia es el país más afectado de Europa por el brote del nuevo coronavirus, los muertos ascienden a 41 y los afectados superan los 1.600.