Marruchos y ñoclos de Pinzón en la Arribada, «e se chove, que chova»

Monica Torres
mónica torres BAIONA / LA VOZ

SOCIEDAD

Pese a que el tiempo no acompañó, la villa consiguió llenarse a medida que avanzó la tarde
Pese a que el tiempo no acompañó, la villa consiguió llenarse a medida que avanzó la tarde M. MORALEJO

Gastronomía, justas medievales, música y juegos circenses llenan Baiona de miles de personas durante los festejos medievales

01 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No pudieron arribar por barco emulando la gesta de Pinzón porque el temporal obligó a suspender el servicio marítimo entre Vigo, Nigrán y Baiona, pero la fiesta medieval con la mayor historia de Europa salió victoriosa de la afrenta contra la borrasca Jorge. Miles de personas acudieron a la 25.ª edición de la Arribada, celebración con la que el primer puerto del Viejo Mundo en conocer el descubrimiento de América rememora cada año la conquista de 1492.

Con la consigna de «e se chove, que chova», ataviados unos de época y pertrechados todos con paraguas y cazadoras, los asistentes capearon el temporal con la dieta medieval de la villa: dulces como los marruchos, la tarta de Sarmiento y los ñoclos de Pinzón, los consabidos choripán, churrasco y tortilla y, este año, el estreno del Pan do Forno dos Clérigos, una receta rescatada por el obrador de Tupana y el historiador local Ángel Lemos.

El Concello ha habilitado un parque de estacionamiento gratuito en Porto do Molle, y desde allí salen autobuses cada media hora para facilitar el acceso a la fiesta y la seguridad de vecinos y turistas. Ni un minuto para el aburrimiento. Cada plaza, calle y barrio se han transformado en un recinto lleno de sorpresas y propuestas para todos los públicos. Los caballos salvajes de A Serra da Groba comparten el protagonismo este año con excepcionales bueyes de pura raza y elegantes y vistosas aves rapaces que se exhiben en el apartado de cetrería.

Todos disfrutaron como pequeños, aunque son los de menor edad los que más partido le sacan a esta prolongación de las fiestas de carnaval en el área de Vigo, ya que tienen hasta un recinto fortificado de Playmobil a su disposición para convertirse en los propios comandantes y emular al almirante Pinzón.

Respaldo generalizado para los dos grandes cambios de esta edición, ya que es la primera sin fuegos artificiales ni bombas de palenque para anunciar las aperturas y clausuras del mercado. El gobierno local ha limitado los ruidos para que sea una fiesta más respetuosa y asequible a todos los públicos y, además, quitó de la lista de animales invitados a los de granja o zoológico, al considerar que no era el lugar idóneo para su exposición.

El arte de la cetrería y las justas medievales en la playa vuelven a ser platos fuertes de la programación de calle, aunque no faltan gigantes, funambulistas, músicos y todo tipo de artistas y artesanos que muestran su talento. Además de comprar todo tipo de antigüedades y manualidades, también se puede aprender.