«Yo suelo ir a la entrega de las medallas y son todos actos muy emotivos, pero no me imaginaba estar ahí, porque soy una cardióloga clínica y aún no tengo la perspectiva de mis maestros», explica Marisa Crespo, a la que, tras la sorpresa inicial tras la comunicación del premio, le sobrevino la emoción al recordar la ilusión que le haría a sus padres, ya fallecidos, presenciar semejante reconocimiento. «Imagínate lo que les hubiera gustado a ellos estar ahí», dice sin apenas poder contener la emotividad.
Marisa Crespo Leiro (Santrós, San Cristovo de Cea, Ourense, 1961) se licenció en Medicina en la Universidade de Santiago y se especializó en Cardiología en el Hospital Puerto de Hierro de Madrid. Obtuvo el doctorado en la Universidad Autónoma de la capital de España.