La hija de Spielberg se hace actriz porno con el apoyo de su padre

la voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Asegura que se considera una «criatura sexual» y que «no hay nada malo» en usar el cuerpo «de una manera que me sienta cómoda para mantenerme a mí misma»

21 feb 2020 . Actualizado a las 00:19 h.

La realidad ha superado a los guiones de cine una vez más. Mikaela Spielberg, la hija del famoso director, ha anunciado que ha escogido vivir del sexo y ha comenzado por rodar películas porno, algo para lo que asegura, cuenta con el apoyo de su padre. En una entrevista exclusiva concedida a The Sun, la joven de 23 años -adoptada cuando era bebé por Spielberg y su esposa, Kate Capshaw- aseguró que ya ha hecho sus pinitos produciendo vídeos porno en solitario, y dice que su objetivo es conseguir trabajo como bailarina en un club de estriptis cuando consiga su licencia como trabajadora sexual.

Mikaela, que se describe a sí misma como «una criatura sexual», asegura que tiene muy buena comunicación con sus padres y que les dio la noticia con naturalidad a través de FaceTime. Según explicó, estaban «intrigados» pero «no molestos». En la entrevista aseguró: «Me cansé de no poder capitalizar mi cuerpo y, francamente, me cansé de que me dijeran que odiara mi cuerpo.Y también me cansé de trabajar día a día de una manera que no satisfacía mi alma».

Anunció por primera vez su nueva carrera en las redes sociales a principios de este mes. Escribió: «Acabo de lanzar mi carrera de entretenimiento para adultos autoproducida. Segura, sensata, consensuada. Tengo ganas de hacer este tipo de trabajo, en el que puedo satisfacer a otras personas, de una manera que no me haga sentir violada». 

En la entrevista aseguró también: «Es mi cuerpo, mi vida, mis ingresos, mi elección. No le debo a una sola persona mi autonomía o virtud solo por tener este nombre». La joven, que vive en Nashville, Tennessee, espera que su nueva  carrera la ayude a ser financieramente independiente de sus padres de Hollywood. «Siempre he sido una persona de naturaleza muy sexual, lo que me ha metido en problemas antes -añadió-. No de una manera depredadora, sino en el sentido de que las personas aquí en el sur aún no se sienten cómodas con eso».

Para Mikaela, esta decisión no es sinónimo de haber tocado fondo, sino una forma de independizarse de sus padres y de valerse por si misma hasta el punto de poder «decirle a la gente que no hay nada malo en que use mi cuerpo de una manera que me sienta cómoda para mantenerme a mí misma». 

«Esta es una opción positiva y enriquecedora, me di cuenta de que no hay vergüenza en estar fascinada con esta industria y querer hacer algo que sea seguro, sano y consensuado», concluyó.