Joshua, alumno aventajado de «Maestros de la Costura», y su confesión sobre Paris Hilton

Inmaculada Tapia MADRID / EFE

SOCIEDAD

Margarita, una de las concursantes más carismáticas, fue expulsada en el último programa

18 feb 2020 . Actualizado a las 17:50 h.

Joshua Velázquez es uno de los alumnos aventajados de la tercera edición de Maestros de la Costura hasta el punto de que, aunque el aprendiz se afana en aprender y crecer profesionalmente en cada programa, ha desvelado esta noche que la empresaria estadounidense Paris Hilton ya ha lucido algunos de sus diseños. Durante el cuarto programa Joshua comentó, que no sabía cómo sus diseños habían llamado la atención a Paris Hilton, de la que recibía a través de Instagram muy buenas críticas alabando su trabajo.

«Hasta que un día su estilista se puso en contacto conmigo y le envié varias piezas», su gran sorpresa fue cuando, en esa misma red social, la «influencer» se fotografió con alguno de sus diseños.

A Joshua no le ha hecho falta desfilar en una pasarela internacional para captar la atención de las «celebrities», el canario, auxiliar de enfermería y opositor a Guardia Civil, ha conseguido vestir también al dúo Azúcar Moreno. En Galicia es conocido por vestir desde hace años a la orquesta El Combo Dominicano y nadie olvida su polémica sobre el presunto plagio de un vestido que lució Cristina Pedroche. Una circunstancia que no le salvó de ir a la prueba de expulsión, de la que pudo salvarse «in extremis».

Desde el principio del programa, los aprendices no han ocultado que han estudiado cada detalle de las dos ediciones anteriores y que se han preparado a conciencia para concursar, porque coser, algunos, es evidente que saben.

Sonrisas de Instagram de los concursantes frente al jurado y cara de pocos amigos cuando se dan la vuelta Lorenzo Caprile, María Escoté o Alejandro Palomo han marcado la actitud de los concursantes para Raquel Sánchez Silva en el cuarto programa de esta edición, que ha servido para recordar al diseñador de la movida madrileña, Manuel Piña. El diseñador Juan Duyos, que fue asistente de Piña, aseguró en su visita al taller, que ese trabajo fue la manera de «inaugurarme» en la moda, con un creador que siempre decía que lo que quieren todas las mujeres es «estar guapas». Se adelantó al «empoderamiento» de la mujer de hoy, apuntó Caprile.

Lo divertido de la prueba fue la visita de Amparito, finalista de la segunda edición del programa, que discreta solo lució en su vestuario un lazo, y no dudó en tirarse por el suelo para cortar el patrón y ayudar a Xiaona. «Hombre, hubiera preferido estar en el balconcito, de mona. No pensé que venía a coser», se quejaba.

Una prueba que perjudicó a la aprendiz más internacional por su «exceso de cortesía oriental», como señaló Caprile, en favor de una de sus compañeras, apodada sin maldad, como «Maléfica-Margarita», pues le quitó parte del tejido que había elegido.

Siguiendo con las metáforas cinematográficas, María Escoté no pudo evitar calificar de Dos tontos muy tontos a la pareja formada por Borja y David, por no ser conscientes de la mala elección de las telas. «Estabais encantados de haberos conocido», les espetó, algo que con cierta diversión admitieron los dos protagonistas.

La visita de la semana fue al auditorio del Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid que acoge las grabaciones de Prodigios. Talent de música clásica que fue elegido para la prueba por equipos, que tuvieron que realizar dos vestidos de bailarina con voluminosos tutús. «Tengo que reconocer que alguno de niño me probé», dijo un sonriente Caprile mientras mostraba la dificultad en la confección de estas prendas.

El coreógrafo, director del Teatro Mikhailovsky en San Petersburgo y jurado de Prodigios, Nacho Duato, no pudo evitar cierto gesto de decepción con el resultado de los vestidos que no facilitaban el «movimiento» de las bailarinas.

Pero aún tenía que llegar la prueba definitiva, la de expulsión, y para que los concursantes no se acomoden en la zona de «confort», Raquel Sánchez Silva les invitó a confeccionar una prenda hippy, teñida con la técnica conocida como «tie-dye», de la que María Calderón es una experta, una auténtica «alquimista del color» que les explicó los detalles sobre cómo conseguirlo.

Una prueba complicada, en la que María Escoté también participó con el diseño de un vestido, pero que llevó a la expulsión a una concursante inesperada, Margarita, una de las mejores aprendices, que no tuvo su mejor día ni tampoco la mejor actitud.

«Me llevo una experiencia buena, con pena de que no me han llegado a conocer los jueces», ha dicho Margarita, a quien la semana que viene veremos en la repesca de los concursantes eliminados. Todo puede pasar.

Eso sí, algunos de los fans del programa celebraron en Twitter que Margarita abandonase el programa.