Luis Martínez Navarro: «Suprimir el anonimato de los donantes amenaza el sistema de reproducción asistida»

Sandra Faginas Souto
SANDRA FAGINAS REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

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El presidente de la Socieadad Española de Fertilidad está en contra del Comité de Bioética que apela al derecho del niño a conocer sus orígenes biológicos

09 feb 2020 . Actualizado a las 09:47 h.

Hace varios meses empezaron los rumores de que la donación de gametos (óvulos y espermatozoides) iba a dejar de ser anónima en los casos de reproducción asistida y esta misma semana el Comité de Bioética ha emitido un informe solicitando al Ministerio que haga una reforma de la ley apelando a un supuesto derecho del futuro niño a conocer sus orígenes. Este movimiento ha alarmado a la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), que advierte de las consecuencias que podría acarrear esta decisión, tal y como explica su presidente, Luis Martínez Navarro. «Suprimir el anonimato supone una amenaza a nuestro sistema de salud reproductiva, que es un modelo internacional. Además nuestra normativa ya es flexible y prevé excepciones para salvaguardar la vida de los niños nacidos tras una donación». Se refiere el experto a determinadas enfermedades genéticas, porque las clínicas o el sistema público ya da garantías al respecto, así que en caso de necesidad sí se puede revelar la identidad del donante. Del otro lado, el Comité de Bioética recomienda un cambio legal total para que los nacidos por técnicas de reproducción puedan conocer sus orígenes biológicos.

Hoy en día, con los datos del último registro de la SEF del 2017, se sabe que más de un 30 % de los ciclos que se hacen en España se realizan con donantes de óvulos y espermatozoides, lo que se traduce en un 4 % de los niños nacidos en nuestro país.

«La primera consecuencia de suprimir el anonimato sería que se acabarían las donaciones, porque quien decide ser donante lo quiere así, de forma altruista y con esa garantía», explica Martínez Navarro, que cree que se ha llevado a extremo un hipotético derecho: «Me parece que el Comité no está en la realidad, solo en la teoría».

Las clínicas seguirán existiendo

La realidad para él es que, de eliminarse el anonimato, se rebajará en un 90 % la posibilidad de tener hijos a mujeres o parejas a través de gametos. «Porque la gran perjudicada -insiste el presidente de la SEF- es la mujer que quiere quedarse embarazada». «Las clínicas de reproducción no van a dejar de existir, pero las pacientes se someterán a tratamientos menos eficientes porque muchas tienen problemas con sus óvulos y necesitan los de una donante. ¿Qué riesgo corren? Que se sometan a más ciclos con sus óvulos sabiendo que finalmente puede ser un fracaso». Mujeres enfermas de cáncer, mujeres que han decidido la maternidad a una edad tardía, parejas de lesbianas o mujeres que quieren ejercer el derecho a la maternidad en solitario se verían perjudicadas, en opinión del experto, que apunta que otra de las graves consecuencias sería el encarecimiento de los ciclos. «Generaría un desequilibrio, y la gente con dinero podría acudir a otros países a hacerse los tratamientos, que se encarecerían también aquí porque serían más largos si son menos eficientes».

Por eso él pide prudencia y sobre todo esperar a que Europa se posicione con una normativa que regule este aspecto, aunque insiste en que España lleva siendo referencia en reproducción desde hace 30 años. «Cuando en Italia, por ejemplo, no se podían hacer donación de gametos, las italianas venían aquí a realizar los tratamientos», incide Martínez Navarro, que espera que el Ministerio escuche a los profesionales de la SEF, que llevan muchos años «trabajando con ética».