¿Sería posible hacer un hospital en diez días en Galicia?

Iago García
Iago García REDACCIÓN | LA VOZ

SOCIEDAD

FOTO: efe / VIDEO: CGTN

Un especialista en rehabilitación y regeneración urbana explica la gesta china de construir un centro hospitalario en poco más de una semana. En España, como mínimo, la burocracia y adjudicación supondría más de medio año, en el mejor de los casos

04 feb 2020 . Actualizado a las 21:55 h.

Carlos Fernández Coto, arquitecto especialista en rehabilitación y regeneración urbana no se muestra demasiado sorprendido por la construcción en Wuhan de un hospital de campaña para contener el avance del coronavirus. Que el estado chino sea el único promotor, que la superficie donde se ubica sea completamente plana, que no haya hecho falta un proceso de adjudicación ni expropiaciones o que el proyecto fuese prácticamente el mismo que el de un centro erigido en 2003 en Pekín, han sido claves. Todo eso, que en Galicia es una utopía, en Houshenshan, el área a 25 kilómetros del centro de Wuhan donde se ha edificado, ha facilitado infinitamente las cosas. 

«Lo que más lleva en Galicia -y España- es el papeleo burocrático», empieza detallando Fernández Coto. «Expropiaciones, diferentes permisos sectoriales y adjudicaciones son siempre necesarios en una obra civil de este tipo», especifica el arquitecto, que al mismo tiempo es crítico con los plazos que implica nuestra legislación: «Tenemos un tapón enorme en la adjudicación, solo este trámite llevaría tres meses y ya una vez aprobado el proyecto». Un proyecto, un diseño, unos planos, que en el caso chino no han hecho falta. El flamante hospital de Wuhan se ha realizado a imagen y semejanza del ejecutado en 2003 para contener el virus SARS en la zona de Xiaotangshan, en Pekín. Otro ahorro de tiempo a tener en cuenta.

Foto aérea del Hospital de Huoshenshan, construido en Wuhan y en la que se aprecia la construcción modular, unida por diferentes pasillos
Foto aérea del Hospital de Huoshenshan, construido en Wuhan y en la que se aprecia la construcción modular, unida por diferentes pasillos XINHUA | efe

Vayan por tanto, echando cuentas. Llevamos más de tres meses. Todo esto, siempre y cuando en el área que hayamos tenido que expropiar para llevar a cabo nuestro hospital, nadie haya reclamado. «El nuestro es un sistema muy garantista, lógicamente. Allí el régimen comunista habrá priorizado la situación de emergencia sobre el resto de cuestiones», puntualiza Coto.

Además, lo lógico en nuestro país sería que la construcción no fuese encargada a un solo ente. Es decir, una empresa llevaría a cabo el pavimentado, otra se encargaría de la impermeabilización... «habérselo encargado a una UTE -Unión Temporal de Empresas de cara a un proyecto puntual-, supondría a su vez diferentes procesos de adjudicación». El calendario sigue corriendo.

El hospital de Houshenshan, ya terminado, tras empezar las obras el pasado 24 de enero para contener el avance del coronavirus
El hospital de Houshenshan, ya terminado, tras empezar las obras el pasado 24 de enero para contener el avance del coronavirus YFC | efe

Coordinación «militar» y ejecución «mecanizada»

En lo que hay que quitarse el sombrero, es en la coordinación demostrada en China, que Fernández Coto califica como de «disciplina militar». Algo que ha permitido agilizar los plazos, sumado a los turnos de 24 horas y a, no nos engañemos, que buena parte de la construcción es «prefabricada». Por lo tanto, debe alabarse la «brillante planificación, se ha visto como múltiples excavadoras y diferentes equipos trabajaban simultáneamente sin estorbarse, el de pavimentación a lo suyo, el de soldadura... Eso se consigue con un equipo jerarquizado un proyecto estudiado -recordemos que ya existía desde hace años- que permite no dudar ante ninguna decisión».

El dato oficial de operarios que han llevado a cabo el centro de Houshensan es de 7.000. Y el Gobierno chino ha asegurado que los turnos han sido de 24 horas. «Desde luego aquí, con turnos de 8 horas, estaríamos hablando no de diez días, si no de 30 -un día daría para tres turnos dado que tiene 24 horas-», precisa Fernández Coto. 

Pasillo interior del hospital de Houshenshan, donde se observan a ambos lados los módulos empleados en su construcción
Pasillo interior del hospital de Houshenshan, donde se observan a ambos lados los módulos empleados en su construcción SHEPHERD ZHOU | efe

En términos de dificultad, tanto la orografía, como el sistema de módulos escogido han facilitado a su vez el proceso. «No nos engañemos, se parece a montar un coche en serie, es una construcción modular mecanizada en la que se van uniendo las diferentes piezas, la mayor dificultad serían estancias de complejidad técnica como los quirófanos pero en China son 1.500 millones de personas y habrán escogido a los 7.000 mejores, estoy seguro». Fernández Coto subraya que la orografía es una clave a tener muy en cuenta y que en el caso de nuestra comunidad imposibilitaría cumplir ese trabajo de chinos: «En Galicia somos piedra y allí conocían perfectamente el terreno, que era llano». También hay que considerar los viales y carreteras disponibles: «tanto para las futuras conexiones y llegada de pacientes, como las necesarias para hacer llegar la gran cantidad de maquinaria pesada exigida en la obra». 

Toma aérea en la que se aprecia culminado el centro hospitalario de Houshenshan
Toma aérea en la que se aprecia culminado el centro hospitalario de Houshenshan YFC | efe

A la pregunta de si en nuestro país podría haberse hecho lo mismo que en China en diez días podemos responder a la gallega: depende. Sería imposible y llevaría unos 8 meses siendo optimistas teniendo en cuenta los cauces burocráticos detallados por el experto. «En nuestro país nunca se ha dado un caso catastrófico semejante, pero podría darse que lo decidiese el presidente del Gobierno respaldado por el Jefe del Estado y ahí no nos importaría que un PXOM tuviese que ser modificado, ni Patrimonio, ni Costas... pero si no, no sería posible, o lo sería pero enfrentándonos a múltiples reclamaciones y querellas posteriores», amplía Fernández Coto. 

Carlos Fernández Coto, arquitecto especialista en regeneración urbana que detalla el caso del hospital de Wuhan
Carlos Fernández Coto, arquitecto especialista en regeneración urbana que detalla el caso del hospital de Wuhan Sandra Alonso

Al hospital de Houshenshan, con capacidad para 1.000 camas, se sumará otro gemelo para frenar el avance del coronovirus en China, con similar capacidad. El centro de Leishenshan estará funcionando a finales de esta misma semana. «Son obras que no están hechas para durar, como el caso que supondría la ampliación de un hospital gallego, son para salir del paso y ahí debemos circunscribirlas», remata el arquitecto.

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