Le bastaron 17 minutos para tener rendida a la audiencia a sus pies. Igual de espontáneo que en sus vídeos, contó que de pequeño se dormía con el ruído del tractor y que se subió por primera vez a uno a los tres años. Aprovechó también para llamar la atención sobre la precaria situación del campo: «Cada vez se consumen más productos súper procesados». Como solución, Miquel propuso a los telespectadores acudir a los mercados y comprar productos frescos y de proximidad, hacerles una foto y mandársela a través de Instagram. Eso. Demostrando que es mucho más que una frase.