El chileno que se inspiró en Galicia para reproducir el Beagle de Darwin

Xavier Fonseca Blanco
Xavier Fonseca PUNTA ARENAS (PATAGONIA CHILENA) / LA VOZ

SOCIEDAD

Juan frente a la réplica a escala real del navío Victoria que él mismo construyó con sus manos
Juan frente a la réplica a escala real del navío Victoria que él mismo construyó con sus manos Xavier Fonseca

Juan Mattassi alerta de que en América está creciendo un movimiento que niega la influencia europea en el pasado del continente

12 ene 2020 . Actualizado a las 11:57 h.

Por las venas de Juan Mattassi corre el mar. Creció en una familia de navegantes y decidió mantener el mismo rumbo. Su abuelo y su padre, que trabajaron en la Armada, se molestaron, además, en contarle las hazañas de los grandes exploradores que habían recalado en Punta Arenas. En esta ciudad de la Patagonia chilena, Magallanes, Darwin, Amundsen o Shackleton dan nombre a las calles y cervecerías. Todos estuvieron de paso durante sus expediciones.

Juan creó varios negocios relacionados con la navegación, desde una empresa de cartografía hasta un servicio de kayaks en el estrecho de Magallanes. En el 2009, surcando sus aguas y aprovechándose de los gélidos vientos que soplan por estas latitudes decidió que iba a construir fielmente, a escala real y con sus proias manos las naves de esos grandes aventureros. 

La primero que había que resolver era el ¿cómo?. Parte de la respuesta la encontró al otro lado del océano. «Fui dos veces a Galicia. En mi primer viaje quise aprender todo sobre la magnífica recreación del Beagle que hay en el Museo del Mar de Vigo. Esa visita fue decisiva para mí porque al volver me puse a construir el barco con la ayuda de dos carpinteros. El trabajo nos llevó un par de años», explica. La recreación del navío que le permitió al naturalista inglés Charles Darwin recorrer el mundo y publicar El origen de las especies es una impresionante obra que tiene 27,5 metros de eslora.

La recreación del Beagle tiene una eslora de 27, 5 metros
La recreación del Beagle tiene una eslora de 27, 5 metros Xavier Fonseca

El siguiente proyecto resultó ser más ambicioso todavía: el Victoria, la única nave que regresó a España de la expedición de Magallanes en 1521 capitaneado por Sebastián Elcano. Para obtener los planos originales tuvo que presentarse como investigador ante el Archivo General de Indias de Sevilla, gracias a una recomendación del Instituto de la Patagonia. Después volvió a cruzar el Atlántico. «En el segundo viaje centré mi atención en la réplica de carabela La Pinta que hay en Bayona. Obtuve información muy valiosa sobre su estructura y me pareció muy original la presencia de los maniquíes en su interior, algo que también decidí introducir en la réplica del Victoria», comenta.

La colección la completan una reproducción idéntica de la goleta de guerra Ancud, ideada en 1843 para defender la soberanía chilena en el estrecho. También un modelo exacto del James Caird, el bote salvavidas con el que el explorador irlandés Ernest Shackleton y algunos de sus hombres partieron en 1916 en busca de ayuda desde la Antártida, donde llevaban atrapados más de un año.

Réplica del James Caird, el bote salvidades que utilizó Ernest Shackleton para abandonar la Antártida en busca de ayuda
Réplica del James Caird, el bote salvidades que utilizó Ernest Shackleton para abandonar la Antártida en busca de ayuda Xavier Fonseca

El museo de Juan, situado a orillas del estrecho, representa un homenaje a las gestas más sorprendentes de la navegación marítima y tiene alma gallego, como él mismo reconoce. «Galicia me inspiró en mucho sentidos. Me llamó mucho la atención vuestra íntima relación con el mar. Me sorprendió muchísimo, por ejemplo, que se le enseñe a navegar a los niños con las clásicas dornas. Eso dice mucho».

Negacionismo de la historia

Este año se cumple el 500 aniversario del descubrimiento del paso que conectó el Atlántico con el Pacífico por parte del navegante portugués. Sin embargo, Juan no espera ningún tipo de celebración. «Nadie del gobierno se ha puesto en contacto conmigo y el ambiente no está para fiestas ahora mismo. Primero, porque al igual que en muchos lugares de América, en Chile está creciendo una corriente negacionista que rechaza todo lo relacionado con la colonización europea. Revisar el pasado parece razonable, pero no se puede actuar como si no existiese. Por otra parte, me cuesta entender que se reniegue de Magallanes, ya no solo porque esta región lleve su apellido, sino porque su paso por aquí no fue tan devastador como otros», apunta.

El movimiento negacionista se ha intensificado en los últimos meses como consecuencia del conflicto que vive el país. Los chilenos parecen enfadados incluso con su propia historia y eso se palpa en las calles, donde las protestas son constantes. «Resulta muy complicado organizar cualquier acto público porque se boicotea», confiesa. Precisamente el museo Victoria, en el que Juan tiene una vivienda con su mujer e hija se ha convertido en un objetivo. «He recibido varias amenazas de que iban a venir a quemar los barcos. Si llega el momento tengo claro que me defenderé».