El riesgo de chupar las cabezas de gambas o cigalas

LA VOZ REDACCION

SOCIEDAD

Sanidad recomienda limitar el consumo de la carne oscura de los crustáceos por sus altos niveles de cadmio

17 dic 2019 . Actualizado a las 09:52 h.

«Se recomienda limitar, en la medida de lo posible, el consumo de la carne oscura de los crustáceos, localizada en la cabeza. Esta zona, de consumo muy habitual en España, se caracteriza por un elevado contenido en cadmio comparado con la carne “blanca” de los apéndices, por lo que una ingesta moderada de la misma evita una exposición inaceptable de cadmio para el organismo», es la recomendación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aecosan) cuando estamos a las puertas de la Navidad. 

El cadmio es un metal pesado que no posee funciones nutricionales ni fisiológicas en animales o humanos. Ha sido clasificado como cancerígeno por existir suficiente evidencia científica que lo avala. Se trata de un elemento que presenta numerosos efectos tóxicos, siendo la disfunción renal el principal efecto por una exposición prolongada. Esto es debido a su capacidad de acumulación en el túbulo proximal. También puede provocar desmineralización de los huesos, por acción directa o como resultado del daño renal.

Además, presenta una alta acumulación principalmente en el hígado y riñón, habiéndose estimado una vida media de 10-30 años en humanos.

La exposición humana se produce en mayor medida a través del consumo de alimentos contaminados, la inhalación activa y pasiva del humo del tabaco, y la inhalación en el caso de los trabajadores de la industria de metales no ferrosos.

También se pueden encontrar concentraciones, aunque más bajas, en vegetales, cereales y tubérculos ricos en almidón. De hecho, los alimentos que más contribuyen a la exposición dietética al cadmio son, por este orden: cereales, chocolate, vegetales y frutos secos. Contienen menos cadmio, pero los consumimos en mayores cantidades. 

A pesar de la repercusión que ha tenido, esta advertencia no es nueva. Los consejos de la AECOSAN en cuanto al consumo de crustáceos se remontan a 2011.