Los diques salvan Venecia del «aqua alta»

dario menor VENECIA / COLPISA

SOCIEDAD

ANDREA MEROLA

El sistema para proteger a la ciudad de las inundaciones ha pasado la primera prueba con éxito

05 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Eran las nueve de la noche del pasado lunes cuando unas llamativas moles amarillas comenzaron a surgir de las aguas en la boca de Malamocco, la conexión más importante de las tres que tiene la laguna de Venecia con el mar Adriático. Alrededor de la medianoche ya habían entrado en funcionamiento los 19 diques móviles con que cuenta en esta zona el sistema Mose, proyectado para salvar la ciudad de los canales de los episodios de 'agua alta' como el que tuvo lugar el mes pasado, provocando un muerto y pérdidas materiales estimadas en alrededor de 1.000 millones de euros, según las estimaciones del alcalde, Luigi Brugnaro. El ensayo estaba previsto para los días anteriores a la histórica marea del 12 de noviembre, cuando se alcanzaron los 187 centímetros, la cifra más alta en el último medio siglo. Dificultades técnicas provocaron el retraso hasta el lunes, cuando la prueba por fortuna fue un éxito, lo que dejó un sabor agridulce a los ciudadanos que contemplaron las operaciones.

«La noche del 'agua alta' extraordinaria se debería haber tenido la valentía de levantar la barrera, aunque sólo fuera a la mitad. Se habrían ahorrado 30 centímetros y la cuenta de los daños habría sido de pocos cientos de miles de euros y no de mil millones», comentó a los medios locales el ingeniero Giovanni Cecconi, antiguo dirigente del consorcio encargado del Mose. 5.500 millones de euros Este faraónico proyecto, que ha costado unos 5.500 millones de euros, empezó a construirse en 2003 y tendría que haber entrado en funcionamiento en 2016, pero no está previsto que las obras concluyan hasta finales de 2021 si no se produce un acelerón final. Los vecinos esperan que en nuevos casos de agua alta se utilicen al menos los diques de la boca de Malamocco para minimizar las mareas que dañan Venecia.

Para el alcalde, que contempló satisfecho las pruebas, estas operaciones suponen «un momento histórico». El Mose, a su juicio, es «una obra única, orgullo de nuestra ciencia y tecnología» que es preciso terminar «cuanto antes». «Será el símbolo de la resiliencia», comentó Brugnaro, haciendo suyo el término que más han repetido los venecianos a la hora de explicar cómo afrontar las consecuencias que la emergencia climática está teniendo sobre su ciudad. Los expertos esperan que los episodios de 'agua alta' ocurran con mayor frecuencia debido al alzamiento del nivel del mar y a los temporales cada vez más habituales.