Detenidos unos padres veganos tras la muerte de su bebé de 18 meses por malnutrición: le daban solo frutas y verduras crudas

La Voz

SOCIEDAD

El niño, un pequeño de Florida, había nacido en casa, comía sobre todo mangos, plátanos y aguacates, y nunca había sido llevado al médico

17 nov 2019 . Actualizado a las 19:42 h.

Una pareja estadounidense ha sido detenida tras la muerte de su bebé de 18 meses, que falleció por gravísimos problemas de nutrición. Los hechos ocurrieron en Cape Coral, una localidad de Florida, Estados Unidos. Medios americanos informan que Ryan O'Leary, de 30 años, y Sheyla O'Leary, de 35, son veganos y alimentaban a su pequeño solo alimentos vegetales y crudos, sobre todo mangos, plátanos y aguacates. Los padres permanecen en prisión a la espera de juicio, que comenzará el 9 de diciembre. Han sido acusados de homicidio por negligencia agravada.

La madre llamó a emergencias el 27 de septiembre porque encontró al pequeño sin respiración y frío. Mientras llegaban los sanitarios, el padre intentó reanimarlo, pero no lo logró. Los paramédicos solo pudieron certificar la muerte del bebé. Cuando falleció, pesaba siete kilos, cuando lo normal con 18 meses es tener un peso de entre 10 y 11,7 kilos. Según la autopsia, sufría complicaciones relacionadas con una pésima nutrición, ya que tenía el hígado muy dañado y presentaba hinchazón en manos, pies y piernas. 

La madre le dijo a la policía que su hijo no se había sentido bien durante la última semana, ya que se había negado a comer y a mamar y tenía problemas para conciliar el sueño. Creía que el malestar se debía a los dientes. Contó que por fin pudieron dormir, pero que cuando ella se despertó, a las 7.50 horas de la mañana, notó que el pequeño no respiraba. 

Dadas las circunstancias, se abrió una investigación y los padres relataron a los agentes que solo alimentaban a toda su familia, incluido a su hijo menor, con determinados alimentos vegetales sin cocinar, que el pequeño había nacido en casa y que jamás lo habían llevado al médico. Los policías también estudiaron el estado de otros dos hijos de la pareja, de 3 y 5 años, porque ambos tenían un aspecto poco saludable, ya que presentaban un color pálido tirando a amarillento. Su peso y su altura también eran bastante inferiores a los de un niño normal a su edad y uno de ellos tenía tantas caries en los dientes que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.

Los agentes también investigaron el estado de la hija que Sheila O'Leary tuvo con otra pareja anterior. Esta pequeña se encontraba mucho mejor que sus hermanos y determinaron que la razón es que pasa temporadas que su padre, que vive en el Estado de Virginia, y parece que cuando vive con su progenitor su dieta es normal.

En la casa de los O'Leary había solo dos camas individuales. Uno de los niños dormía en una hamaca y el otro en una cama para perros.