Las carreras de coches de «scalextric» se han convertido en toda una competición en la que el diseño en 3D y el I+D tienen tanta importancia como la propia habilidad del piloto que maneja los mandos. Los modelos de Audi para «slot» también cobran aquí un especial protagonismo.
17 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.En el club Rías Baixas Slot se palpa estos días una intensa actividad. Esta escudería —que hace dos años se proclamó campeona de España y es actualmente la subcampeona— organiza en las pistas de su local de Vigo varias competiciones en las modalidades de velocidad y de rali, entre otras. Su presidente, Ángel Riveiro, explica que estas pruebas ponen en liza algunos modelos que son un prodigio de desarrollo tecnológico cuyos precios, en casos como el del codiciado R8 de Audi, pueden superar los 300 euros cuando llevan una preparación especial.
En realidad, es una afición que tiene muy poco que ver con aquellas carreras con cochecitos de scalextric (Ángel asegura que en su mundillo estos ya son solo para los nostálgicos) con los que estos adultos se divertían siendo chavales. Actualmente, a los automóviles que salen a competición se les cambia «casi todo —apunta Ángel— de carrocería para abajo». Para ello se utilizan impresoras 3D (Francisco López, otro miembro del club, se ha hecho un nombre gracias a sus trabajos) y se experimenta con materiales como titanio, que en poco tiempo dejará atrás las llantas de aluminio. Y hay al menos una docena de propulsores distintos en el mercado aptos para la competición.
Todo estos avances y mejoras han provocado que en las carreras existan distintas categorías en función de las prestaciones y características de cada coche.
Un ejemplo de la sofisticación en la que se mueve este hobby es el Audi R8 de Ángel —una de las joyas de su colección, «de unos quinientos coches»—, que no tendrá autorización para competir hasta el año que viene, puesto que las modificaciones que le ha realizado no estarán aprobadas para pruebas oficiales hasta entonces, según nos explica este experto en el universo slot. «Es un coche de la categoría GT, con un chasis especial hecho en 3D, lo que mejora el reparto de pesos y le da ligereza, pero el reglamento aún no lo permite», aduce.
La marca Audi, que tiene numerosos modelos de estos coches a escala, también clásicos como el Auto Union Type C de 1936, es una de las que más se han volcado con esta afición. Muchos fans recuerdan la denominada Audi Quattro Experience que la firma alemana organizó en su día en Canadá, con un innovador sistema que permitía controlar los coches desde una tableta iPad.
El responsable del club vigués —que cuenta en sus instalaciones con un magnífico circuito de seis pistas del que hablan con orgullo y que lo convierte en uno de los mejores de España para pruebas de velocidad (se desmonta parcialmente para convertirlo en otro de rali cuando hay competiciones de este tipo)— explica que hay unas normas generales a nivel nacional para que todos puedan participar en igualdad de condiciones. Algo similar a lo que ocurre en las carreras de sus hermanos mayores. Y antes de las pruebas los coches siempre se someten a un examen para que cumplan las exigencias de cada categoría: «Hay un reglamentación sobre el peso, la anchura o la pegada del imán», recuerda Ángel.
Nuevos cupones para ganar un Audi
Entre mañana lunes y el viernes La Voz continuará ofreciendo a sus lectores los nuevos cupones y números para el sorteo del segundo de los tres Audi A1 de la promoción del periódico. Los cartones no premiados que tengan pegados todos sus cupones correspondientes podrán optar a un premio de 10.000 euros una vez que haya concluido el sorteo del tercer coche.
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