Ingeniería romana en O Courel

Iván Antelo REDACCIÓN

SOCIEDAD

Iván Antelo

Un túnel acueducto de 50 metros de longitud fue construido hace 1.900 años para abastecer de agua las explotaciones de Millares y Torubio, algo fundamental para lavar el oro que el Imperio romano sacaba de las minas

09 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace 1.900 años, la sierra de O Courel era un territorio codiciado por los romanos. Allí encontraban todo el oro que anhelaban, fundamental para financiar los aires expansionistas del Imperio y para colmar la codicia de sus emperadores. ¿El problema? Salvar la compleja orografía de la zona, repleta de valles y montañas. ¿La solución? Crear una red de canales hidráulicos, que son toda una obra de ingeniería.

Es el caso del túnel acueducto romano de Romeor, situado en un pequeño pueblo a unos diez kilómetros de Seoane do Courel, enclavado entre los bosques de Cabeza do Couto y Cabeza Grande, y que también destaca por contar con casas de esquinas redondeadas, un molino y un horno. En Romeor hay que aparcar el coche y andar 1,3 kilómetros hasta esta joya arquitectónica, situada a 1.052 metros de altura. El camino tiene una dificultad media, no es apto para personas con problemas de movilidad, y hay que salvar un desnivel positivo de casi 200 metros para llegar hasta él. Para encontrar la senda hay que tomar como referencia el río Carrozo da Escada, que hay que acompañar dejándolo a mano derecha según se sube.

Javier Martínez Veiga

Una vez arriba nos encontraremos una construcción del siglo II, excavada en roca, con más de 50 metros de longitud. Es factible recorrer un pequeño tramo, pero, según se avanza, aparece más y más agua; por tanto, no está de más llevar unas buenas botas, además de la linterna de rigor que siempre se exige cuando uno se adentra en una cavidad.

Una vez dentro solo hay que disfrutar, retrocediendo 19 siglos y comprobando cómo los romanos se las ingeniaron para construir ese acueducto con el que abastecer de agua las minas de Millares y Torubio, algo fundamental para lavar el oro allí extraído.

Javier Martínez Veiga

La Devesa de Romeor, en donde se encuentra este túnel acueducto, es mucho más pequeña, menos famosa y por tanto menos concurrida que la de A Rogueira, situada a pocos kilómetros de distancia. Los restos del castillo de O Carbedo también se encuentran cerca de esta joya (a 4 kilómetros), por lo que también es una visita obligada para completar un día perfecto.