¿Se está debilitando el vórtice polar?

SOCIEDAD

Carlos Castro

El miércoles y jueves dos borrascas cerca de Galicia permitirán que la nieve pueda aparecer en cotas bajas

15 nov 2019 . Actualizado a las 16:54 h.

Esta semana la nieve podría dar la sorpresa en Galicia. Durante los últimos días ya ha reaparecido en las zonas de montaña. Sin embargo, los modelos están mostrando ahora mismo un escenario meteorológico en el que nevaría por debajo incluso de los 500 metros de altura. Por tanto, el blanco llegaría a otras muchas zonas de la comunidad.

El miércoles y el jueves dos borrascas se van a situar muy cerca de la costa gallega. Además, la influencia del anticiclón de las Azores se extenderá desde el archipiélago portugués hasta el extremo norte del Atlántico. Las altas y las bajas presiones crearán un pasillo por el que se deslizará el aire gélido polar. Pero, a diferencia de los corredores que se formaron la semana pasada, la presencia de esos sistemas de bajas presiones tan próximos a Galicia permitirá que llueva más. Y precisamente para que la nieve pueda caer en las cuatro provincias lo que se necesita es aire frío y suficiente humedad.

Los episodios de nieve en cotas bajas previstos para esta semana podrían ser la prueba definitiva de un nuevo patrón atmosférico. La comunidad meteorológica especula sobre la posibilidad de que se esté gestando en estos momentos un calentamiento súbito de la estratosfera. Si finalmente se produce, llegaría más pronto de lo habitual. Este tipo de eventos suelen registrarse entre los meses de enero y febrero.

Cada vez que la estratosfera se calienta de forma repentina afecta a la dinámica del vórtice polar, el cinturón de vientos que en esta época del año confina en el extremo norte un aire que está muy frío debido a la escasa radiación solar. El vórtice, en lugar de estar redondeado y concentrado en la zona polar se estira y se desplaza fuera de su posición natural. Y cuando el vórtice polar se debilita, el aire frío alcanza las latitudes medias, donde se encuentra la comunidad.

Uno de los mecanismos a través de los cuales el calentamiento estratosférico afectaría a Galicia es la NAO (Oscilación del Atlántico Norte) que entraría en una fase negativa. Si esto ocurre, el anticiclón suele retirarse hacia el sur y el camino que siguen las borrascas también desciendenen en latitud.

En la práctica, significa que las bajas presiones seguirían llegando una detrás de otra, como la semana pasada, pero circulando incluso un poco más cerca de la Península. En este contexto, también aumentaría la probabilidad de que se registren nevadas copiosas, tal y como apunta va a suceder a finales de semana. Y en cuanto a medio plazo, se aprecia precisamente cómo las altas presiones desaparecen del mapa y los ciclones encuentran vía libre para afectar a la comunidad. Si todo esto cumple, el invierno no esperará a diciembre.