Un tren de borrascas afectará a Galicia esta semana

SOCIEDAD

Gardacostas de Galicia

La próxima semana será más lluviosa y fría de lo normal. Podría nevar en las zonas altas de la comunidad

03 nov 2019 . Actualizado a las 21:19 h.

Amelie, el primer temporal  de otoño que generó más de un centenar de incidencias por toda Galicia, era  la primera pasajera de un tren de borrascas que cruzará el Atlántico durante los próximos días. Este lunes llega una nueva. Se espera una jornada de precipitaciones que serán más intensas durante la segunda mitad del día, cuando está previsto que cruce la comunidad un frente activo. El viento del suroeste soplará con fuerza en la costa, donde la Agencia Estatal de Meteorología ha activado un aviso naranja por olas de siete metros. Además, habrá un importante descenso térmico en la madrugada y podría nevar a partir de los 1.400 metros de altura.

El martes un corredor de vientos del noroeste permitirá que llegue aire frío de origen polar hasta Galicia. La presencia de ese aire gélido se traducirá en chaparrones generalizados, granizo, tormentas y un nuevo descenso de las temperaturas máximas y mínimas. El miércoles el tren dejará al sur de Irlanda a otra viajera. Desde ahí, la borrasca afectará a Galicia con un frente que entrará por el oeste a partir del mediodía. El jueves y viernes habrá una configuración de precipitaciones intermitentes y el fin de semana Galicia quedará bajo la influencia de un nuevo sistema de bajas presiones.

Terranova

En Galicia, en otoño e invierno, confluye el aire frío que baja desde los polos con el cálido que sube de las regiones subtropicales. Esto permite disfrutar de una gran riqueza meteorológica. Las borrascas que afectan a la comunidad recorren el Atlántico en dirección hacia el este y en la mayoría de los casos nacen en el nordeste de Norteamérica, concretamente en Terranova. «Las borrascas se forman en la confluencia entre el aire frío polar y el cálido subtropical. En estos meses esa zona se sitúa cerca de Terranova. La presencia del océano hace más fácil que interactúen las masas de aire porque en el continente resulta más difícil encontrar masas cálidas en esta época del año y por eso se forman en los bordes oeste de los océanos», explica el meteorólogo Juan Taboada.

Poco después de dar sus primeros pasos en tierras canadienses, las borrascas ya se ponen en marcha. La circulación general de la atmósfera se encarga de desplazarlas por el océano con destino a Europa. La ruta habitual suele llevarlas directamente hasta el Reino Unido e Irlanda. Durante el viaje, debido al efecto Coriolis, se van enroscando y adquiriendo esa forma tan característica. En este proceso aparece el frente, una estructura alargada que en condiciones normales suele entrar por el noroeste de la Península.

Cuando la circulación es tan zonal como ahora, siguiendo los paralelos, las borrascas llegan una detrás. «Está pasando estos días.

Las borrascas se van formando de manera sucesiva y originando lo que hemos denominado tren canadiense», confirma Taboada.