La falta de lluvias seca el río Limia

SOCIEDAD

MIGUEL VILLAR

Los ecologistas advierten del riesgo que la falta de agua supone para la fauna fluvial, que se traduce en la práctica desaparición de ranas y salamandras

12 oct 2019 . Actualizado a las 13:20 h.

Un año más llega el principio del otoño y centenares de metros de cauce del río Limia a su paso por el centro Xinzo se encuentran absolutamente secos. Uno se puede dar un largo paseo por pleno lecho fluvial entre los puentes de O Toural y la avenida de Baltar... y no mojar un pie. El problema no es nuevo, viene de años atrás, pero se acentúa en determinadas campañas.

Varias son las causas de este proceso de pérdida de agua. «Houbo unha enorme deforestación nas pasadas décadas pola forma de facer a concentración, e iso fai que chegue menos auga ao río. Ademais os manantiais dos que se nutre o Limia, como o do Faramontaos, no Larouco, están en zonas queimadas. Hai moitísimas menos árbores na Limia. Iso é determinante para minguar o caudal», explica Xosé Santos, del grupo ecologista Amigos das Árbores. «É absolutamente inaudito que nunha zona que albergaba o maior humidal da Península, e o segundo máis grande de Europa, agora non haxa auga no río», resalta el ecologista. Y asevera: «Hai estudos que afirman que en 40 anos e polo cambio climático na provincia haberá a metade de choivas que agora. O panorama vai ir a peor».

La falta de agua afecta a la fauna que vive en el lecho fluvial. «O panorama afecta á vida do río. Apenas quedan anfibios na Limia; antes había miles de rás e salamandras. Hoxe custa moito ver unha, sobre todo nesta época, cando o río se seca en pleno Xinzo», resume este ecologista. Pero no es un caso único. Asegura que el río Limia tiene varios tramos más a su paso por la comarca que no llevan una sola gota de agua.

Según datos oficiales de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, este año ha llovido en A Limia menos que el pasado. Entre el 1 de octubre de 2018 y el pasado 30 de septiembre cayó un 15% menos de lluvia que en el mismo período del año anterior. Se pasó de 1.294 a 1.120 litros por metro cuadrado durante ese lapso temporal.

Los meses de septiembre, julio, mayo y febrero fueron secos. No sucedió así en agosto, junio, abril y marzo, según el organismo de cuenca. Esto afecta a los embalses del sistema Limia, que estaban estos días a un 30% de su capacidad. Este volumen es un 4,6% menos que el mismo período contabilizado doce meses antes.

La Confederación matiza que se esperan lluvias en A Limia para mañana, domingo —entre 60 y 100 litros por metro cuadrado— lo que redundará en un aumento de los canales circundantes.

Contaminación

Esa menor cantidad de agua y las deficiencias en depuración contribuyen a que el Limia sea un río muy contaminado. Pese a los esfuerzos de las administraciones —como el Plan Regenera A Limia para mejorar el tratamiento de residuos agrícolas y ganaderos— existen decenas de depuradoras en el rural que no funcionan bien, o que directamente, no funcionan debido a su pésimo mantenimiento.

La existencia de purines —ahora mucho más controlados y mejor tratados que hace 20 o 30 años— y de residuos de fertilizantes que acabaron vertiéndose al río durante décadas son, según los grupos ecologistas, otro de los factores determinantes de esa contaminación. A Limia acoge la mayor concentración de granjas porcinas y avícolas de toda Galicia. Los empresarios, por su parte, niegan ser los culpables de la contaminación e insisten en que cumplen con la legalidad.

Otro grave problema en Xinzo es la enorme cantidad de vegetación en el lecho fluvial, con árboles de más de 10 metros. Eso provoca que se pase en ocasiones en pocas semanas de una sequía casi absoluta y de tramos sin una gota de agua a anegamientos puntuales en cuanto se producen precipitaciones de cierta importancia.